10/11/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Ignacio Martín pone rostro e historia de los cientos de feligreses que conforman la Iglesia de Salamanca en la actualidad, y que se siente “orgulloso de su fe”. Así reza el lema de este año del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra el próximo domingo, 12 de noviembre. Cada año, en esta jornada se hace balance de las actividades pastorales, celebrativas y sociales, para agradecer el aporte de tiempo y cualidades de toda una comunidad. Asimismo, se dan a conocer los datos económicos, como compromiso de transparencia. En la revista “Nuestra Iglesia” se recoge cada año todos estos datos, del ejercicio anterior, en este caso, de 2022.
Este feligrés de la parroquia de Jesús Obrero de Pizarrales relató lo que ha supuesto para él la fe a lo largo de toda su trayectoria vital. Hace unas semanas perdió a su mujer, María del Carmen, con quien ha compartido alegrías y desvelos, también unidos en la fe. “Entramos a formar parte del grupo de matrimonios cristianos de Pizarrales, hace 37 años y de ahí luego vinieron muchas más cosas”, relata durante la presentación de la campaña de este año.
Ignacio reconoce que él crece en la fe diariamente, “estoy haciendo un diario de mi fe, y ser creyente, “me ha valido muchísimo, porque he tenido malas circunstancias, no tan buenas, no vamos a decir malas, como el fallecimiento de una niña con dos meses y medio, o el de mi esposa el día 19 del mes pasado”, apunta emocionado. Pero este feligrés sabe que el Señor “está conmigo, y me lleva en sus brazos, y eso es muy importante en la fe”.
Cuando se jubiló entró a formar parte del grupo de Pastoral de la Salud de la parroquia, “porque yo tenía muchas ganas de ayudar a la gente mayor”. Además, se formó para ser ministro de la comunión, “y visito a muchos enfermos, les llevo la comunión”. Entre ellos cita a un hombre de 65 años, tetrapléjico: “Yo lo saco todos los miércoles, un ratito, y voy al hogar de mayores, tomamos un café, y está agradecido”.
Además, cree que en la Iglesia, a los cristianos, “nos ha perjudicado el miedo a decir que somos cristianos, y hay que ser sinceros, hay que decir, yo soy cristiano y tengo fe en Jesucristo, porque es el único que me lleva siempre de la mano, y cuando tengo dificultades me coge y me lleva en brazos”.
En la presentación del Día de la Iglesia Diocesana, el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, recordó que de lo que se trata es de los cristianos seamos conscientes, “de que seguimos a Cristo, santos por una parte y pecadores por otra, y que a veces, nos puede haber dado incluso vergüenza o pudor decir claramente que somos cristianos”.
Por ese motivo, insistió, en esta campaña nos invitan a estar orgullosos de nuestra fe. “Y primero, agradecidos, porque tener fe es una gracia grande, por lo tanto, agradecidos de nuestra fe, y por otra parte, orgullosos, porque entendemos que en la Iglesia también hay mucho de bueno que reconocer y que agradecer, y que Cristo y el Evangelio ayuda a que haya un mundo mejor“.
Asimismo, Mons. José Luis Retana habló de corresponsabilidad, “y quiere decir que todos los cristianos intentamos vivir nuestra fe y ayudar a la vida de la iglesia, en la diócesis y en la parroquia”. Al respecto, indicó que el territorio está formado por 411 parroquias, con 180 sacerdotes, según datos de 2022.
Por su parte, la ecónoma de la Diócesis de Salamanca, Amelia Egido, detalló los gastos e ingresos de 2022. Cabe recordar que los datos que se presentan agrupan tanto a la diócesis, la administración de la Casa de la Iglesia, la Catedral, el colegio diocesano concertado de Pizarrales y las parroquias.
El total de ingresos fue de 10,9 millones de euros, con una capacidad de financiación del 9,56%. Al respecto, destacó que las aportaciones de los fieles se han incrementado respecto a 2021, con algo más de 2 millones, el 18,32% de los ingresos, aunque todavía no se han recuperado los niveles previos a la pandemia.
“La mayor parte corresponden a colectas de parroquias, y también se recoge en donativos a la propia diócesis, legados o herencias”, detalla Egido. También precisó que las colectas de las parroquias, “tuvieron un bajón considerable a raíz de la pandemia, y se han ido recuperando poco a poco, pero no se han llegado a las cifras de prepandemia”. La ecónoma cree que se está recuperando de forma lenta, “y actualmente hay una inestabilidad económica muy grande, aunque se ha superado el del año pasado en ingresos”.
La partida más significativa de ingresos, de 2,9 millones, corresponde a la asignación tributaria, la X de la Renta, un 26% del total.
Dentro de las acciones pastorales y asistenciales, se han invertido más de un millón de euros. Amelia Egido precisa que se han entregado a Cáritas diocesana de Salamanca 91 .000 euros para su actividad caritativa, “y otros 30.000 para proyecto de Ranquines, que también gestiona esta organización”. Además, el primer domingo de cada mes, aclaró, “todas las colectas de las parroquias se entregan a Cáritas“.
Por otra parte, desde la diócesis también han ayudado a otras asociaciones sin ánimo de lucro que ayudan a personas desfavorecidas, migrantes o expresidarios, entre otras.
Otra partida de gastos importantes es para la retribución del clero, de 1,1 millones de euros. En activo, es decir, menores de 65 años, tienen en la actualidad 61, y mayores de esa edad a los se les aporta algún tipo de subsidio, otros 59. En cuanto al sueldo y los salarios del personal seglar, de tres millones de euros, de los que un 38% es para el colegio diocesano de Pizarrales, con todo su profesorado. “Están aquí incluidos empleados de diócesis, de Catedral y del colegio”, enumera esta responsable.
Además, resaltar la inversión en la conservación de edificios y los gastos de funcionamiento, con 4,2 millones, que supone el 38,5% del total de gastos, donde se recoge el mantenimiento y reparaciones en edificios de la diócesis, sobre todo en templos, ermitas o casas parroquiales. A ello hay que sumar los gastos de suministros de agua, luz, gas, seguros, etc.
En este sentido, el responsable de la Delegación diocesana para el Patrimonio, Juan Pedro Melgar, recordó que una dimensión importante de la Iglesia diocesana, “es el mantenimiento y la conservación de los inmuebles, –templos, ermitas, casas parroquiales–, y esto nos lleva a realizar distintas intervenciones planificadas en cada anualidad”. A través de su área, “se gestiona la financiación de estas intervenciones y busca alternativas para esta financiación, a través de convenios de fundaciones o patronatos, o con las administraciones, como el caso de la Junta y la Diputación”.
Gracias a la Junta de Castilla y León, en próximas fechas se intervendrá en la cubierta de la iglesia de Salmoral, en la comarca de Peñaranda, por un importe de 150.000 euros, según avanzó ayer Melgar. Asimismo, mencionó el convenio bianual con la Diputación de Salamanca, o el que acaban de firmar con la administración regional para la rehabilitación de casas parroquiales para destinarlas a alquiler social, “y que la primera va a ser en el municipio de Peralejos de Abajo“.
Juan Pedro Melgar indicó también el acuerdo del Plan Románico- Atlántico, firmado entre la Junta de Castilla y León, la Diócesis de Salamanca y la Fundación Iberdrola, con la recuperación de templos como el de San Martín, en Salamanca capital, que se abrirá el próximo 15 de noviembre, como remarcó.
En 2022, la diócesis ha realizado 16 obras significativas, cinco del convenio con la Diputación: Alaraz, Villamayor de Armuña, la Calzada de Béjar, Moriscos y el Cubo de Don Sancho. Durante nuevo convenio, que corresponde a la anualidad de 2022 -2023, las intervenciones son en siete templos parroquiales: Ahigal de Villarino, Mozárbez, La Vellés, Villar de Gallimazo, Guijo de Ávila, Martínamor y Pedrosillo de los Aires.
El responsable de la Delegación para el Patrimonio aclaró que en el convenio con la Diputación, de 600 .000 euros, “el 50% lo aporta la institución provincial, y el otro 50%, la Diócesis de Salamanca”. Y a modo de ejemplo, detalló la realizada en la parroquia de San Miguel Arcángel de Villamayor de la Armuña. “Una intervención que se realizó en la cubierta, con un coste final 88.261, 59 euros”, subrayó.
Respecto a la actividad celebrativa de 2022, se han incrementado con respecto a las cifras del año anterior, con 1.184 bautizos, 1.231 primeras comuniones, 385 confirmaciones y 348 matrimonios.
Otro de los pilares de la Diócesis de Salamanca es su actividad pastoral y evangelizadora, con 189 sacerdotes y un seminarista, repartidos en 411 parroquias. Cabe destacar la labor de los 582 catequistas y los 874 religiosos, 229 monjas y monjes de clausura, además de cinco diáconos permanentes, 143 misioneros, una familia en misión y 619 voluntarios que colaboran en la actividad caritativa de la Iglesia de Salamanca, entre otros. Además, en la diócesis se contabilizan un total de 17 monasterios.
En relación a la actividad caritativa y asistencial, la diócesis asistió a 70.828 personas en 2022, resaltan los 28 centros para mitigar la pobreza, donde atendieron a 13.651 personas; cuenta además con dos sedes para promover el trabajo, por donde pasaron 2.179 usuarios, a los que se suman tres centros de menores y jóvenes, con 583 atendidos; o los que se dedican a la defensa de la vida y la familia, que prestaron servicio a 1.713 personas, entre otros. En este apartado, se recuerdan también los 9 proyectos de cooperación al desarrollo en el mundo que se financiaron en 2022 y de los que se beneficiaron 132.230 personas.
A través de esta campaña también se invita a colaborar con la Iglesia diocesana con un donativo, que se facilita con un clic, por internet. Solo hay que acceder a la página web: www.donoamiiglesia.es, y elegir a qué parroquia o diócesis se destina la aportación.
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