11/06/2020
Su vídeo comienza con una canción de fondo del cantautor canario Pedro Guerra: “Gente sola”, que retrata la naturaleza humana. Durante los últimos tres meses, el vicario de Pastoral de la Diócesis de Salamanca, Policarpo Díaz, ha compartido un vídeo cada lunes con la comunidad diocesana, para compartir palabras de aliento, momentos de oración… ante la dura situación de confinamiento. Con este vídeo se cierra este modelo de intervenciones.
En su mensaje, este sacerdote diocesano recuerda que Cáritas diocesana de Salamanca, Cáritas España, “nos invita a reflexionar sobre el poder de cada persona”, y asegura que en medio de esta pandemia que nos ha tocado vivir “hay mucha gente que ha quedado tocada, que ha quedado en la cuneta, que ha quedado sola, y que necesita recuperar el poder de ser persona”.
Al respecto, Policarpo Díaz asegura que tenemos una oportunidad “preciosa” en este domingo de Corpus “para revisar el valor profundo en el corazón de cada creyente que tiene la persona”. Porque como insiste, “es un momento precioso para estar a la altura de las circunstancias en este momento de vida pastoral, para sobre todo, potenciar el encuentro con las personas”. El vicario de Pastoral cree que es el momento de encuentros sin prisa, “encuentros largos, sin reloj, corazón a corazón, para escuchar, para compartir, para descubrir lo mucho que la gente sufre, lo mucho que la gente necesita el sentirse persona, el sentirse útil, el sentirse valiosa”. En este sentido, añade que es una oportunidad la campaña que Cáritas lanza este año bajo el lema: “El poder de cada persona”.
Este responsable diocesano confía en que “ojalá al vivir la centralidad de la eucaristía, al vivir en la fiesta del Corpus Christi ese misterio de amor que nos envuelve, que es la eucaristía, nos lleve directamente al encuentro con la persona, con cada persona, con todas las personas”. Díaz confía en que si tenemos que elegir personas, “las que más sufren , las que más tocadas y deterioradas han quedado de esta pandemia”. Porque tiene claro la cantidad de gente que ha vivido el duelo y que está viviendo en estos momentos, “un duelo terrible”. “Qué cantidad de gente ha vivido la enfermedad, con las características tan especiales que ha tenido esta pandemia, de soledad, de aislamiento, de vivir el proceso con mucho miedo, sin tener más apoyo que el personal sanitario desbordado pero lleno de cariño”, matiza.
Por este motivo, invita a la comunidad diocesana, “a tomarle el pulso al corazón de cada creyente sobre el valor y el poder de cada persona”, porque para él, es la mayor tarea pastoral y apostólica que podemos hacer, “encontrarnos con las personas, amar, querer, escuchar, disfrutar, gozar, reír, pasar ratos para recuperar tanto que hemos sufrido en este confinamiento”.
En su mensaje, el vicario de Pastoral subraya la importancia de “la generosidad, del compartir, de salir de mi propio amor, querer e interés, y descubrir que lo que soy y lo que tengo no es para mí, es para ponerlo al servicio de los demás”, y tenemos la oportunidad en esta campaña de Cáritas, “de aportar lo que somos y lo que tenemos al servicio de los más pobres”.
Para este sacerdote, es como una consecuencia lógica de celebrar la eucaristía: “No puede haber eucaristía sin compartir, y no puede haber un compartir que no nazca de descubrirnos muy queridos por un amor que nos desborda”.
Y se despide de este formato de comunicación con la comunidad diocesana: “A partir de ahora tenemos que comenzar a soñar los nuevos caminos. A ver cómo resolvemos apostólicamente el momento presente y cómo podemos ir descubriendo los pasos que nos pide el Señor para estar a la altura de las circunstancias que nos han tocado vivir”, remarca Policarpo Díaz.
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