10/11/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Delegación diocesana de Familia y Vida ha donado al Centro materno infantil “Ave María”, de las Cruzadas Evangélicas, el cuadro de “La Sagrada Familia peregrina”, después de haber recorrido distintos rincones de la Diócesis de Salamanca durante el Año de la Familia Amoris Laetitia.
El cuadro es una réplica del lienzo “Sagrada Familia”, de Germán Calvo, ubicado en la capilla mayor de la Casa de la Iglesia, y fue bendecido el 2 de mayo de 2021 en la Catedral Nueva. Desde ese día y hasta el el pasado mes de junio, ha peregrinado por toda la diócesis y ha sido acogido en parroquias, colegios, hogares, comunidades religiosas, hermandades, residencias y hospitales,… donde los fieles, profesores y alumnos, familias, sacerdotes y religiosos, trabajadores, enfermos y residentes se han reunido en torno a él para rezar y reflexionar sobre el valor de la familia.
El Centro Ave María recibió el cuadro de “La Sagrada Familia peregrina” el pasado 6 de noviembre, y allí permanecerá de forma definitiva, lo que ha supuesto para sus responsables y residentes una “gran alegría”, como señala su directora, Rosario Álvarez. “Todos los que formamos la gran familia del Ave María agradecemos a la Delegación de Familia y Vida este detalle” y destaca “el significado que tiene dentro de nuestra metodología el modelo del Hogar de Nazaret”.
Un acontecimiento que se hizo coincidir con el 31º aniversario del fallecimiento del fundador del Instituto Secular Cruzada Evangélica, el Venerable Doroteo Hernández Vera. La entrega del cuadro fue precedida de una eucaristía en la capilla del centro, concelebrada por su capellán, Santiago García, el vicario y delegado diocesano de Familia y Vida, Florentino Gutiérrez y el sacerdote José Sánchez, y a la que asistió toda la familia del centro: las madres residentes y sus hijos, trabajadores, voluntarios y amigos, así como varios miembros de la Delegación de Familia y Vida de Salamanca.
Al término de la eucaristía, las madres residentes en la casa fueron las encargadas de realizar el traslado del cuadro desde el altar hasta el lugar donde se ha ubicado. “Fue un acto sencillo, pero muy emotivo y vivido con la alegría que supone tener presente no solo el cuadro, también a todas aquellas personas que durante este año han rezado delante él“, subraya Rosario Álvarez. El acto concluyó con una chocolatada, “para celebrar el acontecimiento y hacer familia”, como destacó la directora del Centro Ave María.
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