20/02/2019
‘Encontrar para encontrarnos’ es una exposición que pretende poner “rostro, texto y narración a esos viajes”, los que realizan los inmigrantes cuando abandonan sus lugares de origen, como ha resaltado Luis Alberto González Collantes, del área de Animación Comunitaria de Cáritas Diocesana de Salamanca, en la presentación de la muestra, en el Colegio Arzobispo Fonseca.
En un total de 16 tableros de gran formato, se ofrecen testimonios de realidades migratorias, así como datos de interés sobre la movilidad humana y algunas claves para promover la acogida y la promoción de las personas en el entorno más cercano. González Collantes relató que la muesta forma parte de la campaña ‘Compartiendo el viaje’, de Cáritas Internacional, sobre la que el Papa Francisco hizo hincapié en su presentación sobre el trabajo de acogida y el acompañamiento a las personas inmigrantes, “en base a cuatro verbos: acoger, promover e integrar”.
En la presentación de la exposición aportaron su testimonio dos migrantes. Sanae Zoubir tiene 32 años y es de Marruecos. Ella misma relata que está casada y llegó a España por reagrupación familiar, para vivir junto a su marido. La fecha en la que llegó la recuerda perfectamente, el 8 de agosto de 2008, “buscaba trabajo y llegué a Cáritas, que me ayudó mucho”. En la actualidad, Sanae Zoubir tiene dos hijos, de poco menos de dos años y otra de ocho. “Estoy muy feliz con mi familia y con Cáritas, me han ayudado con todo”, subrayó. Esta joven no tuvo muchas dificultades con el idioma al hablar francés, “eso me ayudó”, y cree que el interés por aprender algo nuevo “ayuda a adaptarte”.
De Salamanca solo tiene que palabras de agradecimiento, “me han recibido con los brazos abiertos”, y tiene claro que no quiere irse del país, pese a que toda la familia está en Italia. Sus amigos españoles, “son como mi familia”. Una historia paralela a la de Zoubir es la de Delia Díez, aunque cambia su lugar de origen, en este caso Argentina. Llegó a Salamanca, la tierra natal de su padre, en el año 2015, “por una situación de mi país intolerable, dejando allí a mi familia”. Al contar su historia se emociona, y asegura que al principio “fue muy difícil aceptar la cultura, aunque es parecida, pero hay cosas distintas y al principio me sentía que no encajaba”. En Cáritas fue donde se sintió comprendida, “y vi un cartel que decía Baraka, donde se podía estudiar, y me apunté a inglés”. Delia Díez se volvió a emocionar al recordar los nombres de algunos integrantes de Cáritas, así como de sus voluntarios, “que allí encontré realmente la familia”. Ella lamenta la violencia y la muerte que hay en su país, “es muy difícil”, pero asegura que ha podido integrar en su vida la Salamanca que le relataba su padre, natural de Almenara de Tormes, “él me hablaba del río”. El horario de visita a la exposición es de 12:00 a 21:00 horas.