01/07/2018
Juan Pedro Melgar, arcipreste | De nuevo en el mes de junio ha continuado la visita de nuestro Obispo Carlos a las comunidades Parroquiales de Aldealengua, Aldearrubia, San Morales y Huerta, los días 7 al 10 de junio; a las comunidades de Calvarrasa de Abajo, Nuevo Amatos, Nuevo Naharros y Pelabravo, del 14 al 17; del 21 al 24 a las Parroquias de Villagonzalo, Francos, Carpio Bernardo y Machacón. En estos días, del 28 de Junio al 1 de Julio por las Parroquias de Babilafuente, Morínigo, Villoria y Villoruela. Terminará su visita en Encinas de Abajo, Cilloruelo y Cordovilla, los días 8 al 11 de Julio.
Destacar de estos días la presencia esperada, cercana, sencilla y entrañable del Pastor que hace camino entre nosotros de manera incansable, para conocer y dejarse conocer por los hermanos que hacemos camino tras las huellas del Señor en esta parcela de la Iglesia local.
Como centro de la jornada, la reunión de cada corro parroquial en torno a la mesa de la Eucaristía ha sido el arranque. Salir al encuentro de los enfermos, de hermanos necesitados, conocer la realidad social de nuestros pueblos y el encuentro con las distintas realidades presentes en nuestras comunidades.
Jornadas intensas las de esta visita, desde la acogida que cada mañana van haciendo las comunidades a D. Carlos, conociendo los rostros y realidad de cada Parroquia: el encuentro para celebrar la fe en la Eucaristía, continuado con la Palabra de nuestro Pastor a sugerencia de las inquietudes, preocupaciones, esperanzas que se le han manifestado por muchos hermanos de estos pueblos.
El encuentro con los enfermos en sus hogares y algunos en residencias ha sido entrañable y cargado de vida. Acercarse a los grupos de Unidad Pastoral, grupos socio-caritativos y personas necesitadas que demandan nuestro servicio, catequistas, niños, jóvenes y padres de familia para compartir la vida e inquietudes. Las familias y matrimonios que caminan compartiendo vida y ayudando a otras parejas más jóvenes… Todos acogiendo la propuesta de renovación de la vida de fe, la renovación pastoral y los caminos nuevos en nuestras parroquias y Diócesis, según nos hemos dicho en la Asamblea Diocesana y estos días de Visita Pastoral recordado por D. Carlos.
Por otro lado, conociendo calles, plazas, paisajes, acercándose a los niños y profesores en escuelas, a las corporaciones municipales, a realidades de trabajo… con gestos simpáticos y familiares.
Damos gracias por esta andadura de nuestro Pastor entre nosotros, la del mismo Señor que se está haciendo presente como Pastor, como Maestro y como Sacerdote en la vida ordinaria de nuestros pueblos y comunidades para escuchar, acoger, acompañar, alentar este camino. Esperamos nos fortalezca en la fe y nos aliente a seguir las huellas del Resucitado que sigue vivo entre nosotros, en este mundo rural tan necesitado de una Iglesia que con mucha pasión apueste, acompañe, aliente y fortalezca la vida de unas comunidades frágiles en una realidad pequeña, envejecida, pero esperanzada y con posibilidades.