26/06/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
En palabras del papa Francisco dirigidas a las personas con discapacidad, recordó que la Iglesia, “los ama y necesita para cumplir su misión al servicio del Evangelio”, y que el Bautismo, “hace que cada uno de nosotros seamos miembros de pleno derecho de la comunidad eclesial”. En este sentido, dejó claro que “nadie puede negar los sacramentos a las personas con discapacidad” (n. 272).
La Iglesia en Salamanca acogió el pasado 23 de junio a 10 jóvenes de Fe y Luz, personas con discapacidad intelectual, que recibieron el sacramento de la confirmación en la parroquia de San Silvestre de Villares de la Reina, junto a otros 19 adolescentes y adultos de varias comunidades de La Armuña.
Durante los últimos meses se han preparado para vivir este momento en diferentes sesiones, junto a sus catequistas: Laura Martín, Marta Rodríguez y Carmen Loli Fernández. Dos de los jóvenes pertenecen a la comunidad de Fe y Luz de Abba, con sede en La Purísima, y el resto, de El Viso, en Villares de la Reina, aunque como apunta Marta Rodríguez, se hizo el llamamiento a todas las comunidades de Salamanca.
Las catequesis han sido sencillas, según detallan, “hemos hablado de la familia, del perdón, de la confirmación, y desde una manera plástica, utilizando elementos de dibujo o pinturas, para que les resultara más fácil a todos los temas que estábamos viendo”, subraya Laura.
No era la primera vez que en la diócesis se confirmaban jóvenes de Fe y Luz, ya que como apunta Laura Martín, ella tuvo la oportunidad de formar a un grupo hace algo más de 20 años, con Mons. Braulio Rodríguez como obispo de Salamanca.
En esta ocasión, como detalla otra de las catequistas, Marta Rodríguez, el grupo surgió “de la necesidad de las familias de seguir queriendo que sus hijos conozcan más a Jesús, y confirmen su fe”. Y fue así como desde octubre comenzaron a impartir las catequesis en la parroquia de Villares de la Reina a un total de 10 jóvenes, de entre 18 y 34 años.
Para Marta, ha sido una suerte tremenda, “que Dios nos haya elegido para que seamos las acompañantes y catequistas desde nuestra humildad, y poder transmitirles también lo que para nosotros es la fe, y lo que nosotras en un momento dado vivimos el día que nos confirmamos”.
Ella también recordó que todo esto es la vida de las comunidades de Fe y Luz, “y nosotros lo vivimos todo, desde lo más triste a lo más alegre, y para nosotros es muy importante que nuestros amigos con una discapacidad o con capacidades diferentes quieran decir que quieren seguir siendo amigos de Jesús y hayan elegido ellos volver a confirmar su fe”.
Carmen Loli Fernández también ha vivido su experiencia de catequista con una gran satisfacción, “poder ver cómo buscan su lugar dentro de la Iglesia, y cómo siguen abriéndose las puertas dentro de distintas parroquias para que ellos puedan reafirmar su fe, a su manera”.
El sacerdote de la parroquia de Villares de la Reina es Andrés González Buenadicha, subraya los momentos de preparación con los jóvenes de Fe y Luz, “han sido preciosos y nos han recordado esa pasión que Dios tiene por los pequeños y por los frágiles”.
Por otra parte, cree que este acompañamiento ha sido también una profecía para sus otras comunidades de La Armuña, “para recordarnos que la diversidad es una riqueza en la Iglesia y que estamos llamados a hacer camino con ellos”.
La eucaristía del pasado 23 de junio fue presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, Mons. José Luis Retana, y junto a los 10 jóvenes de Fe y Luz, recibieron la confirmación otras 19 personas (adolescentes y adultos) de Villares de la Reina, San Cristóbal de la Cuesta y Monterrubio de la Armuña. Aunque nerviosos, Ana, Guillermo, Iñigo, Isabel, Iván, Leire, María, Isabel, Naiara y Miguel, tenían claro el paso que daban hacia los brazos de Jesús y la fe que viven junto a sus familias y comunidades de Abba y El Viso.
Del brazo de sus padrinos y madrinas, el obispo les impuso las manos sobre sus cabezas para que recibieran el don del Espíritu Santo, bajo la mirada de toda una comunidad que llenó el templo para vivir un día tan especial para ellos.