07/02/2025
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
“Solamente compartiendo y logrando que los bienes del mundo, que Dios creó para todos, alcancen a todos, podremos lograr la prosperidad que perseguimos”. Con estas palabras, la presidenta de Manos Unidas Salamanca, Ana Isabel García, explicó el lema de la campaña contra el hambre número 66 de esta entidad católica: “Compartir es nuestra mayor riqueza”, con el que la organización pretende concienciar sobre la necesidad de poner la riqueza mundial al servicio de la humanidad para así, luchar contra la pobreza, el hambre y la desigualdad. “La prosperidad debe llegar a todas las personas sin excluir a nadie”, insistió en la presentación la campaña a los medios de comunicación este lunes.
“Vivimos un momento de crecimiento económico sin precedentes, con grandes avances científicos y tecnológicos. Podríamos hablar de prosperidad, pero esta prosperidad no llega a todos”, resaltó esta responsable, recordando que 733 millones de personas pasan hambre en el mundo. “Oramos para que Dios sacie ese material y también espiritual y nos dé fuerzas a Manos Unidas para que sigamos trabajando” para erradicar el hambre y promover la justicia social, añadió.
En esta línea, recalcó que “el papa Francisco aboga por otra economía, otro tipo de economía, una economía donde esté la persona en el centro. Una economía con alma”. En este sentido, Manos Unidas sigue comprometida con ayudar a las personas más vulnerables, colaborando con organizaciones locales en distintos países del mundo para mejorar sus condiciones de vida y garantizar su dignidad y bienestar.
Durante el año pasado, Manos Unidas Salamanca apoyó siete proyectos en India (3), Burundi, Haití, Perú y Angola, de los que se beneficiaron 157.000 personas, con un coste total de 510.629 euros. “Estos proyectos han mejorado la salud y nutrición de personas vulnerables, atención integral a la mujer, reinserción en el sistema educativa de niños y niñas, y mejoras el desarrollo humano y ambiental”, destacaba la vicedelegada de Manos Unidas Salamanca, Rosa Pérez.
La financiación de estos proyectos fue posible “gracias a la aportación de socios, donativos particulares, herencias y legados, así como a diversas actividades como la tradicional Operación Bocata o la colecta imperada”, señaló Rosa Pérez, quien recordó la labor que desarrollan las cinco delegaciones comarcales presentes en la provincia, quienes “contribuyen de una manera muy directa a la recaudación de fondos y a la sensibilización de la sociedad” con las actividades que llevan a cabo.
Rosa Pérez recordó los distintos medios para contribuir con la causa, que incluye la posibilidad de hacer donaciones a través de Bizum (código 06934), transferencias bancarias y herencias solidarias. En 2023, las herencias y legados cedidos a Manos Unidas Salamanca ascendieron a 659.321 €, mientras que en 2024 alcanzaron 67.888 €. Las colectas en las parroquias sumaron un total de 50.139 €, mientras que las contribuciones de los socios particulares fueron de 232.951, 54 €.
Esta responsable detalló las actividades que la organización llevará a cabo en el marco de su campaña con el objetivo de sensibilizar a la población y recaudar fondos. Actividades que se iniciarán este viernes, 7 de febrero, con la celebración del Día del Ayuno voluntario. Un día de oración, ayuno y solidaridad, que como recordó Ana Isabel García, este año las 10 Horas de oración que solía realizar ese día, adquiere un formato especial. “Haremos una hora de oración, de 18:00 a 19:00 horas en el Colegio Mayo Montellano, y a continuación la eucaristía”. Además, una voluntaria enviará cada hora por whatsApp “un pequeño vídeo y una oración para que la gente que no pueda asistir a la misa en el Montellano, pueda participar de la oración”.
El domingo, 9 de febrero, en el Día Nacional de Manos Unidas, las parroquias destinarán la recaudación de la colecta de las eucaristías de este día a apoyar los proyectos de desarrollo de Manos Unidas.
La actividad estrella de la campaña sigue siendo la “Operación más que un bocata”, que se llevará a cabo el 27 de febrero, manteniendo los centros de reparto habituales, “el Colegio de los Trinitarios, los campus Miguel de Unamuno y Anaya”. La presidenta de Manos Unidas Salamanca estima que distribuirán unas 13.000 empanadas. El pasado año, la entidad logró recaudar un total de 93.763 € en esta actividad.
Otras actividades previstas son un concierto de tunas que se celebrará el 15 de marzo en el Teatro Unicaja y una nueva edición del Abrazo a la Plaza Mayor, el 26 de abril, a las 12:00 horas.
El primer proyecto que Manos Unidas Salamanca apoyará este año con la Operación Mas que un Bocata y la colecta del domingo 9 de febrero se desarrollará en Cunene, en Angola, una de las regiones más afectadas por la pobreza y la sequía en ese país africano.
El proyecto permitirá “mejorar el estado nutricional y sanitario de mujeres embarazadas y lactantes, así como de niños menores de cinco años” su coste total “es de 69.947 euros, de los cuales Manos Unidas financiará el 48%”, explicó la vicepresidenta, Rosa Pérez, y el resto lo asumirá la asociación Médicos con África CUAMM. Esta entidad local fortalecerá la atención médica en el Hospital de Chiulo. Entre las acciones contempladas se incluyen la construcción de cuatro nuevas casas y una cocina exterior para las mujeres embarazadas que acuden al hospital, la rehabilitación y equipamiento del área de neonatología y la contratación de un médico especializado en complicaciones neonatales.
Se estima que el proyecto beneficiará directamente a 1.976 personas e indirectamente a 132.832.
En la presentación también intervino el responsable de proyectos de Manos Unidas en Ecuador, Brasil y Paraguay, Carlos Vicente Alconcé, quien con más de 20 años de experiencia en cooperación compartió un caso concreto de transformación social en Ecuador. En la provincia de Cotopaxi, la Congregación de las Hijas de la Caridad ha trabajado con 38 mujeres campesinas en un proyecto de empoderamiento y autonomía económica. “Estas mujeres no tenían conciencia de sus derechos ni de su dignidad. Ahora, no solo generan ingresos para sus familias, sino que también participan activamente en la organización comunitaria y política”, explicó Carlos.
El proyecto, apoyado durante tres años por Manos Unidas, ha permitido la capacitación en la producción y comercialización de alimentos, rompiendo el círculo de dependencia económica y fortaleciendo la estima de estas mujeres. para Carlos Vicente, “el lema de esta campaña cobra sentido cuando vemos que estas mujeres no solo mejoran su situación personal, sino que también comparten y contribuyen al bienestar de toda su comunidad”.
El técnico de proyectos también quiso destacar el papel de las voluntarias de Manos Unidas en España: “Manos Unidas ha sido creada, fundada por mujeres y es gestionada por mujeres. Es un trabajo de hormiguitas que permite que haya proyectos en África, Asia y América Latina. Quienes no estamos en las delegaciones a veces pensamos que el dinero está ahí, pero ese dinero tiene rostro, tiene corazón”.