24/04/2018
Cáritas Diocesana de Salamanca celebrará el próximo jueves, 26 de abril, a las 20 horas, un nuevo círculo de silencio, que estará enmarcado en la conmemoración del Día del Trabajador, el 1 de mayo. Por ello, esta iniciativa llevará como lema ‘Comprometidos con el Trabajo Decente’.
La cita será, de nuevo, junto a la iglesia de San Marcos, en Puerta Zamora. Al finalizar, se leerá el siguiente manifiesto:
Muchas personas en nuestro país, más de 3,7 millones de desempleados y 12.153 personas en nuestra ciudad, según los últimos datos de la EPA, no consiguen acceder a un puesto de trabajo y ven, cada día mermadas sus posibilidades de desarrollo personal y familiar. En los últimos años se está creando una generación de trabajadores pobres sin medios de vida suficientes para una integración social y efectiva.
El sistema actual configura una sociedad donde el trabajo no es un bien para la vida sino un instrumento al servicio del capital económico por encima de la persona. La deshumanización del trabajo sitúa a la persona en una peligrosa situación de vulnerabilidad y exclusión social con nuevas formas de explotación, incremento de la inseguridad laboral, contratos temporales, falta de perspectivas vitales, precariedad de las redes de protección social, salarios bajos, dificultades para conciliar la vida familiar y laboral, empleo autónomo ficticio y violación de derechos laborales.
Consideramos que un puesto de empleo pleno e íntegro, debe de garantizar el acceso a unos medios de vida suficientes para el desarrollo de una vida plena.
Como recientemente dijo el Papa Francisco en el Día Mundial de la Justicia Social el 20 de febrero: “Trabajo quiere decir dignidad, quiere decir llevar el pan a casa, trabajo quiere decir amar ”…” El mundo del trabajo es una prioridad humana” y nos sumamos a los obispos Españoles cuando señalan que: “La política más eficaz para lograr la integración y la cohesión social es ciertamente, la creación de empleo. Pero, para que el trabajo sirva para realizar a la persona, además de satisfacer sus necesidades básicas ha de ser un trabajo digno y estable”.
Para que así sea, es imprescindible la colaboración de todos, especialmente pedimos que los empresarios, generen puestos de trabajo dignos y estables. Que los políticos promuevan leyes laborales justas y viables, que recojan las necesidades y demandas de la mayoría de la población. Que los sindicatos, contribuyan al desarrollo de la sociedad en general y de las personas en particular. Y todo ello para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para todas y todos.
Desde una mirada cristiana de la vida, la persona y su dignidad deben estar en el centro de cualquier planteamiento social, político y económico.
Comprometidos con el trabajo decente.