01/06/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL
La ciudad de Salamanca se prepara para celebrar sus fiestas patronales en honor a San Juan de Sahagún, patrón también de la Diócesis, con un novenario que se iniciará el jueves, 1 de junio, en su parroquia titular.
Este año la novena se adelanta un día con motivo de la celebración de la solemnidad del Corpus Christi, y se llevará a cabo hasta el 9 de junio. Todos los días se celebrará la eucaristía con el rezo de la novena, a las 11:00 horas. La predicación correrá a cargo de los sacerdotes de la parroquia y que habitualmente colaboran en ella, y estará animada por los diferentes grupos parroquiales.
La ofrenda floral al patrón, San Juan de Sahagún, que cada año realiza el alcalde de Salamanca, no tendrá lugar la víspera de la fiesta, como suele ser habitual, sino el sábado, 10 de junio, en la eucaristía de las 11:00 horas y será presidida por el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana.
Finalmente, el lunes, 12 de junio, el prelado diocesano, se celebrará la fiesta solemne de San Juan de Sahagún, con una eucaristía que será presidida por el pastor diocesano, Mons. José Luis Retana, y concelebrada por el presbiterio diocesano, a las doce del mediodía en la Catedral Nueva, donde descansan sus restos mortales en una de las urnas de plata del altar mayor.
Ese día la parroquia de San Juan de Sahagún también acogerá dos eucaristías en honor al patrón de la ciudad y de la Diócesis de Salamanca, a las 11:00 y 19:30 horas.
Juan González Martínez nació el 24 de junio de 1430 en la localidad leonesa de Sahagún, donde se educó con los benedictinos. Su férrea voluntad y personalidad causó admiración al obispo de Burgos, D. Alonso de Cartagena, que le apadrinó en los primeros estudios teologales. Fue párroco de Santa Águeda, la iglesia más pobre de la ciudad de Burgos. Allí ejerció su ministerio durante unos años, hasta que llegó a Salamanca para estudiar Teología. Se consagró como fraile agustino el 18 de junio de 1463, fecha que adopta el nombre de Fray Juan de Sahagún. De los 23 años que pasó en Salamanca, 16 los vivió como eremita de San Agustín.
Fray Juan fue un hombre carismático que consagró su vida a la eucaristía. Rezaba horas y horas y sus largas homilías, en las que gustaba recrearse pues veía a Dios en sus eucaristías, causaban honda impresión en la feligresía. Visitaba enfermos, unía a familias desarraigadas, asistía a moribundos y ayudaba a los pobres. Además de ser conocido por sus predicaciones, su mayor logro fue conseguir apaciguar la querella que enfrentó durante cuarenta años a dos bandos de familias nobles de la ciudad, con muchas muertes por ambas partes.
Cuentan que hizo más de doscientos milagros en su vida, en la que fue un firme defensor de los derechos de los humildes y trabajadores.
Falleció en Salamanca el 11 de junio de 1479 con fama de santidad. Fue beatificado por el papa Clemente VIII en 1601, y canonizado por Alejandro VIII, en 1691. Desde entonces su festividad se conmemora el 12 de junio.