29/03/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
“Nadie nace alcalde, ni tampoco pregonero”. Con estas palabras, Carlos García Carbayo inició su intervención sobre el escenario del teatro Liceo para anunciar la llegada de los días Santos a la ciudad que gobierna. Y con humildad, reconoció sentirse “un novato” en estas lides, y adelantó que su visión iba a ser muy diferente a la de otros pregoneros, “porque no conozco la Semana Santa con la profundidad que ellos han venido demostrando”.
Por ese motivo, apuntó, “daré unas impresiones muy personales, y lo haré de la forma más llama posible”. Tampoco faltó algún toque de humor, que resaltó que a su juicio, “no debe de estar reñido ni con la tradición, ni con la solemnidad de esta cita”.
Y su relató comenzó con sus primeros recuerdos de la Semana Santa, en su infancia y junto a su familia. Como la de sus tíos Tomás y Tina, que eran de Jesús Rescatado. Y de forma especial, con su madre, devota de Nuestra Señora de la Soledad, con quien veía la procesión ya del Sábado Santo en el Corrillo, “aquel era el lugar”.
Fue en ese momento cuando la imagen tallada por Mariano Benlliure (1941) apareció sobre el escenario del Liceo, como si en su palio estuviese, bajo una lluvia de pétalos. Al mismo tiempo, la soprano, Sheila Blanco y el barítono, Antonio Santos, cantaban el Ave María de G. Caccini junto a la Banda Municipal de Música de Salamanca. “Su Virgen favorita, la de sus mayores fervores, la que más le hacía brillar a mi madre los ojos”, remarcó desde su atril.
La segunda parte del pregón comenzó con la voz entrecortada por la emoción de Carlos García Carbayo al recordar a su madre: “Ella era mujer de fe y creencias muy firmes. Ella lo veía todo muy claro y muy fácilmente. Ella era humilde, sincera, entusiasta… y transparente”. Fue en ese momento cuando recibió el calor del público en forma de aplauso.
También puntualizó que la Semana Santa de Salamanca es “de nuestros cofrades”, y con ellos está aprendiendo sus sentimientos, sus preocupaciones… “Es la Semana Santa de dentro y de fuera: la que comienza en el interior de los templos, con el nerviosismo de los hermanos vistiendo sus hábitos, los contraluces que se hacen tan misteriosos en los rincones de las iglesias, la emoción del instante de apertura de puertas y ese rumor sordo que cruza los muros, del gentío que espera…”, apostilló.
García Carbayo reconoció la labor de las cofradías durante todo el año, “no se han guardado aún los hábitos y puesto a buen recaudo los enseres, cuando los hermanos mayores y sus juntas ya están trabajando”. Para el alcalde, la Semana Santa de Salamanca es salir a la calle “y quedarse sin palabras”.
En otra parte de su pregón, se centró en compartir sus sentimientos cuando ha acompañado a las cofradías en sus salidas penitenciales, que como apuntó, acude junto a Mamen, su mujer. “Uno de los momentos estelares del Jueves Santo está en la petición de silencio desde la plaza de Anaya, antes de salir en procesión la Cofradía del Cristo Yacente de la Misericordia”, evocó.
También elogió el papel dado a las mujeres de forma pionera en la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz. “Ojalá nos ilumine el consejo de nuestras Santas y se haga el milagro”, y mencionó a Santa Teresa de Jesús o Santa Bonifacia, “la salmantina canonizada por Benedicto XVI en 2011, que abrió un mundo de oportunidades laborales a muchísimas mujeres”.
Carlos García Carbayo quiso hacer un guiño en su pregón a las tradiciones populares y el folclore salmantino con la aparición en el escenario desde el patio de butacas de ocho mujeres vestidas con el traje de ventioseno charro y un farol en la mano, acompañadas de Ceferino Torres, que bailó ante Nuestra Señora de la Soledad el baile del Picao, con el acompañamiento de la flauta y el tamboril. Además, se cantó la Salve.
La presentadora del pregonero fue Isabel Bernardo, y antes de sus intervenciones tomó la palabra el presidente de la Junta de Semana Santa, Francisco Hernández Mateo, quien recordó la efemérides que celebran en 2023, “los 20 años de la declaración de su Semana Santa como de Interés Turístico Internacional”. Además, animó a todas las cofradías, “a seguir trabajando por la fe y la religiosidad popular, sin fisuras, desde el corazón cristiano y con lo mejor de nosotros mismos”.
Las ilustraciones del libro del pregón han sido realizados por el artista, Amable Diego, autor de la escultura cofrade ubicada en la plaza de San Benito que se presentó el pasado 20 de marzo.