24/08/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El autor de Santa María Reina, el escultor zamorano, Ricardo Flecha, no pudo contener las lágrimas cuando comenzó a descubrirse la imagen de la nueva patrona de Peñaranda de Bracamonte. Hasta ese momento, tras unas cortinas en un pequeño altar que se abrieron mientras se cantaba un solo del Ave María.
Todo un pueblo fue testigo de un momento histórico que se celebrará en la ciudad peñarandina cada 22 de agosto, con una eucaristía solemne y la procesión por las calles de la localidad. Su presentación y bendición tuvo lugar unos días antes, el sábado, 19 de agosto, en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, en un acto donde estuvo presente el obispo emérito de la Diócesis de Salamanca, Mons. Carlos López.
El autor de Santa María Reina no pudo tallar la madera por motivos de salud, y encargó la tarea a su amigo escultor, Suso Dorrego, presente también en la bendición. Ricardo Flecha contó a los presentes cómo se había fraguado esta imagen, “y cómo se ha hecho, porque yo creo que forma parte de un milagro“.
El primero en contactar con él fue el director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomás Gil, que le propuso que fuera el autor de la nueva patrona de Peñaranda. “Le dije que como no voy a hacer una imagen para Peñaranda del Bracamonte, cuando siempre he sabido que hay atrás (por el altar de la parroquia) había un retablo que había hecho un zamorano, que se perdió en un incendio”, relató.
Este escultor, muy emocionado en su relato, contó que el siguiente paso hacer dibujos y bocetos de la imagen, “donde yo voy buscando dos cosas: la realeza y la humildad de la Virgen, hacia los devotos y hacia los hermanos, con esa mano en el pecho, y la cabeza caída, pero de realeza, de la Virgen reina”.
Y cuando la estaba haciendo, le detectaron una enfermedad, pero como reconocía, “seguramente me dejará terminarla”. Pero en mayo, añade, “me dio una crisis terrible y me tuvieron que ingresar, e incluso, me dijeron que me moría, porque el cuerpo no me respondía”. E incluso le llegó a comentar a Tomás Gil que no podría hacerla. Pero como una señal o milagro se tratase, “un día aparece por mi taller mi amigo Suso Dorrego, que venía de Galicia, y le conté lo que pasaba, y que podía terminarlo, y me dijo que lo terminaba él, porque yo solo había hecho el boceto, nada más”.
Ricardo Flecha había tallado una pequeña escultura de escayola, “y ha sido Suso el que ha interpretado lo que yo quería hacer, y creo que con bastante fidelidad”. Él reconoció ser una persona “mariana”, muy devoto de la Virgen, y de hecho, es el presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín, en Zamora, que es la patrona de la ciudad, “y siempre he llegado a Dios a través de la Virgen, con lo cual, para mi, la imagen de la Virgen era muy importante”.
Además, reconocía su inmensa emoción al ver la imagen, que espera que la despierte también en ellos, “y sobre todo, que le tengáis devoción, y que le recéis, porque una imagen sin devoción y sin rezos no es nada”. E insistió que se puede tener la imagen más maravillosa del mundo, “pero si no se ha llegado al corazón, y si no habéis rezado, hemos fracasado”. Y espera que los rezos que dejen a la Virgen, “lleguen muy alto hacia Dios”.
Por su parte, Suso Dorrego, sentado junto a Ricardo Flecha, agradecía el encargo, y sobre todo, “por echarte una mano en un momento complicado de tu vida”. Este escultor reconocía que simplemente ha interpretado una pieza de Ricardo, “una partitura que es tuya”, y que ha intentado hacerlo lo mejor posible, junto a su equipo.
El director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomás Gil, habló sobre el significado de esta talla: “Es una imagen que expresa nuestra fe, y en el fondo, es una imagen de las imágenes”, argumentó, porque se espera que sea “la que exprese nuestra fe y nuestro seguimiento de Jesús, que nos ayude ella a seguir a Cristo”.
Este sacerdote enumeró algunos rasgos de la imagen, como por ejemplo, cómo inclina la cabeza en señal de humildad. “María ha sido la humilde esclava del Señor, la última de todos, siguiendo a su hijo, por eso es coronada reina”, reitera. Y el escultor ha reflejado esa humildad, “poniendo la mano en el pecho, en el corazón”. Otro rasgo que destaca de Santa María Reina es su brazo derecho extendido hacia abajo, “es la mano de la intercesión”, porque aclaró que cuando tenemos alguna dificultad, “a quien acudimos y con quién tenemos confianza es con la madre, por eso María extiende su mano a nosotros, que todavía somos Iglesia que peregrina en este mundo”.
Otra detalle de esta talla es su pierna derecha adelantada, “en la técnica que se llama un contraposto, para conseguir movimiento en la imagen, y se ve el pie con el que hizo el seguimiento de Jesús, porque María se convierte para nosotros en signo de esperanza“.
La bendición de la imagen la realizó el obispo emérito de la Diócesis de Salamanca, Mons. Carlos López, que fue el que inició el proceso para solicitar a Roma la concesión del título de patrona a Santa María Reina.
En sus palabras compartió el deseo que todos, “seamos capaces de afrontar este desafío evangelizador”, porque, en primer lugar, “lo que está en primer lugar es la declaración de María Reina, como devoción unificadora de nuestras devociones Marianas, para fortalecer nuestra fe y nuestro testimonio evangelizador”. Además, cree que María tiene como finalidad especial, “conducirnos al Señor, a su hijo, y ella es la que nos dice siempre que hagamos lo que Él nos diga”.
El párroco de Peñaranda, Lauren Sevillano, quiso transmitir en este acto de bendición y presentación de la nueva patrona varios mensajes. “Sabíamos que nuestra comunidad parroquial tiene una gran tradición mariana, y entonces hemos decidido arrimarnos todos a la misma, y que haya de alguna manera una advocación que nos una a todos“.
Y entre sus deseos con la llegada de esta patrona, es que les ayude a estar cerca de su Hijo, “y cerca de los que más sufren y más lo necesitan”. Y tras un proceso de tres años, “ha llegado ya el momento de que departe de Dios, del Señor que está aquí en medio de nosotros bien, nos presente a su madre como reina y patrona de Peñaranda”.
Antes de finalizar su intervención, el párroco agradeció todo el apoyo en este proyecto que nació del consejo de pastoral de Peñaranda, “en el que todos se han implicado y aportado su granito de arena, recogiendo más de 1.300 firmas“.