ACTUALIDAD DIOCESANA

02/06/2018

Belén Santamaría: “Sólo sirve el trabajo que nos pone cerca de las personas y transmite esperanza”

Belén Santamaría es la responsable del departamento de sensibilización de Cáritas diocesana de Salamanca. Con ocasión de la Campaña del Día de la Caridad la hemos entrevistado para conocer un poco más de cerca el balance que hace la institución de su labor desempeñada a lo largo de 2017.

“A los pobres los tendréis siempre con vosotros..” Mc14, 7. ¿Qué crees que nos quería decir Jesús con esta frase?

Tomado al pie de la letra, es cierto que los pobres siempre estarán con nosotros. Nuestro mundo genera situaciones de exclusión, de precariedad, de falta de oportunidades. Y por mucho que sigamos trabajando por construir Reino de Dios, siempre tendremos cerca (o lo seremos nosotros mismos), alguien más desvalido, más solo, más falto de esperanza. Pero en las palabras de Jesús, siempre hay que ir algo más allá de lo literal y yo entiendo en esa frase suya, que se continúa, anunciando “.. a mí no siempre me tendréis”, que para los cristianos, va inseparablemente unido el servicio a los pobres al amor a Jesús, a la mirada enamorada a quien nos llama y nos convoca.

¿Es la atención al sufrimiento de los pobres el mejor termómetro de nuestro compromiso cristiano?

«Si alguno que posee bienes del mundo ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?» (1 Jn 3,17)

Creo que el mensaje de Jesús no puede ser más claro y más preciso: amar a Dios y al prójimo es el resumen de sus mandamientos y ciertamente, para los que quieren seguir los pasos de Jesús, ser de los suyos, se hace necesario mirar al mundo con sus ojos, dejar que se conmuevan nuestras entrañas e intentar dar respuesta, mejorar el mundo en que vivimos.

¿Cómo sería una sociedad sin Cáritas?

Esto sería como pensar en una sociedad sin Iglesia. Sin comunidad, sin compartir. Creo que la realidad social quedaría muy empobrecida y no sólo por los efectos que pudiera tener sobre las personas que más lo necesitan, sino también en las relaciones sociales, en las propuestas de cambio, en la construcción de fraternidad, en lo que nos hace más humanos.

¿En qué se nota que Cáritas es mucho más que una ONG?

En Cáritas estamos comprometidos tanto con la erradicación de la pobreza y la exclusión, en todas sus dimensiones, como en estar al lado de los que la padecen, estar cerca, compartir la vida. No sirve cualquier tipo de ayuda, ni cualquier acción. Sólo sirve el trabajo que nos pone cerca de las personas, que nos hace ser transmisores de esperanza, porque lo que buscamos es hacer palpable el amor de Dios.

Como dice Francisco en Evangelii Gaudium: “La palabra «solidaridad» está un poco desgastada y a veces se la interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos.” (EG188)

¿Qué valoración haces del trabajo desempeñado por Cáritas diocesana de Salamanca en este último año? ¿Cómo ha sido la puesta en marcha del Proyecto Ranquines?

Este último año ha sido un año de retos, de novedades, de ilusión. De intentar dar respuesta a nuevas realidades y de mucha creatividad al servicio de quien más lo necesita. El proyecto Ranquines es un ejemplo de ello. Una respuesta a una realidad que veníamos percibiendo en otros de nuestros recursos y a la que no había una respuesta en Salamanca. Supone una gran alegría haber dado los pasos necesarios para que las personas con problemas de salud mental puedan ser acompañadas con dignidad. Y que este sea un proyecto con la implicación de tantos (Diócesis, congregaciones religiosas…) supone una alegría añadida, porque es un ejemplo de comunidad puesta al servicio de los más vulnerables.

¿Cuál es el servicio que más demandan las personas que acuden a solicitar ayuda?

Podría decirse que apoyos materiales, ayudas, atención primaria (este año hemos llegado a más de 2.000 familias, acompañado a más de 500 hogares), pero la principal demanda y la más generalizada es la escucha, el trato cercano, el encuentro, la mirada esperanzada. Esto es lo que está detrás de tantas personas que participan en las actividades en los barrios, en la búsqueda de empleo, en la cárcel, en los recursos de atención a drogodependientes, en Casa Samuel, en Espacio Abierto, en Padre Damián, en Ranquines… Y en nuestra intención de que todas nuestras acciones sean realmente transformadoras.

¿Tiene Cáritas diocesana de Salamanca datos que corroboren que “oficialmente” hemos salido de la crisis?

Los datos que nosotros manejamos son los de las personas que siguen necesitando el apoyo de Cáritas. Y ahí sí que podemos decir que no han disminuido. Sigue habiendo familias a las que la recuperación económica no ha llegado ni de lejos, que siguen sin encontrar empleo, que ven cómo sus oportunidades se reducen a trabajos que no les permiten vivir dignamente. Y sigue habiendo personas a las que la recuperación económica no va a llegar nunca, porque ya estaban en situación de exclusión antes de la crisis.

Esto nos hace pensar que el problema es más profundo, es una cuestión de modelo de desarrollo y de marco cultural. Por eso nuestro trabajo busca la transformación social, el cambio de lógica, la primacía y la centralidad de la persona, de cada una de las personas.

¿Son conscientes nuestros gobernantes de todo el trabajo que desenvuelve y les ‘ahorra’ esta institución de la Iglesia católica?

La misión de Cáritas no varía, no lo ha hecho en todos sus años de existencia. Cambia el contexto, al que vamos estando atentos para ir dando la respuesta que consideramos necesaria. En este sentido, afectan a nuestro trabajo las decisiones políticas, porque les afectan a las personas. Y por ello intentamos mantener un diálogo abierto con todas las organizaciones sociales, también con la Administración, para que seamos capaces de dar respuestas eficaces, coordinadas y complementarias. Porque lo importante, son las personas por las que trabajamos.

Y por último, ¿qué te sugiere la cita del Evangelio: “Somos unos pobres siervos, que hemos hecho lo que teníamos que hacer”? Lc17

La respuesta que como Iglesia al servicio de la fraternidad vamos desarrollando desde Cáritas, supone ver la realidad desde el lado de los pobres y desde ahí configurar nuestros criterios y nuestros proyectos, nuestras prioridades. En esto, nos sabemos colaboradores de la Misión de Jesús. Me gusta recordar, al sentirme parte de Cáritas, el pasaje de Juan en el que se hace referencia a “ya no os llamo siervos, os llamo amigos” (Jn 15, 15).  Es un tesoro y una responsabilidad sentirse colaborador, más que siervo.

¿Te sientes, en cierto modo, así?

El compromiso lo entiendo como una respuesta agradecida a todo el bien recibido. Desde la pequeñez y la sencillez, saber que he sido creada con un PARA.

Y desde la confianza, dar respuesta en lo cotidiano, cada día intentando ser fiel en las pequeñas decisiones a ese ser para los demás.

¿Te gustó este artículo? Compártelo
VOLVER
Actualidad Diocesana

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies