01/05/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El sacerdote salmantino Aníbal Hernández se define así mismo como un “cura obrero”, una identidad que ha cultivado desde sus días en el Seminario, cuando en el año 1968 su rector le puso en contacto con los militantes cristianos obreros y la HOAC. Este encuentro con la realidad del mundo obrero le llevó a expresar su deseo al obispo Mauro Rubio de vivir su ministerio compartiendo la vida y el trabajo con la gente humilde. Durante años, trabajó en una fábrica de zapatillas y más tarde en la construcción.
Su motivación radicaba en “estar cerca del mundo obrero, experimentar su situación y la explotación que se da en este sistema capitalista neoliberal del trabajo”, como señalaba en una entrevista en el programa diocesano Iglesia Noticia, el pasado 28 de abril en COPE Salamanca. “Mi intención era apostólica. Una forma de estar cerca del mundo del trabajo para llevar el evangelio a los trabajadores”, manifiesta este presbítero diocesano quien entiende que la encarnación es fundamental para la evangelización, ya que implica asumir la vida de aquellos a quienes deseas transmitir el mensaje del amor de Dios. Esa experiencia marcó su vida y su pastoral como reconoce, “fue donde realmente aprendí y experimenté lo que significa ser trabajador”. Además, subraya que “lo importante es que el trabajo sea motivo de dignificar al que lo hace”.
Aníbal siempre ha estado “cercano a la reivindicación y a la dignificación del trabajo y del mundo obrero. A lo importante que es ser trabajador”, como él mismo reconoce. Desde hace décadas, es el responsable de la Pastoral Obrera de Salamanca y el consiliario diocesano de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Afirma que “todo lo que atañe al hombre, atañe a la Iglesia” y sostiene que el trabajo es un elemento fundamental, ya que “desde la creación, Dios nos ha puesto ahí para colaborar en su proyecto de salvación, de liberación de este mundo”. Destaca desde un punto de vista cristiano que “ser trabajador es ser colaborador de la creación de Dios Nuestro Padre”, y que “el trabajo es el elemento fundamental que tiene el hombre para colaborar al bien común”.
Reconoce que la Pastoral Obrera “no es un tema que interese a la mayoría de los cristianos, ni siquiera a la mayoría de los sacerdotes”. En su opinión, “debería ser una pastoral de toda la Iglesia”. Aunque admite que hay algunos interesados en esta dimensión de la pastoral, señala que es difícil “implicar a los cristianos en una pastoral obrera, en la realidad del mundo obrero”.
La Hermandad Obrera de Acción Católica y Pastoral Obrera junto a Cáritas diocesana de Salamanca, CONFER, CEDIS, Justicia y Paz y Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC) integran la plataforma Iglesia por el Trabajo Decente. Una iniciativa que se puso en marcha en 2015 con el propósito de sensibilizar, visibilizar y denunciar la realidad laboral promoviendo el concepto de trabajo decente, tanto en el interior de estas organizaciones, como en la Iglesia y la sociedad. Esta plataforma eclesial destaca días claves como el 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora; el 1º de mayo, fiesta de San José y Día internacional de los trabajadores y trabajadoras; y el 7 de octubre, Jornada Mundial por el trabajo decente.
Con motivo del 1º de Mayo, Iglesia por el Trabajo Decente ha difundido un manifiesto bajo el lema. “Cuidemos el trabajo para cuidar a las personas”. En este marco, el responsable de la HOAC, Aníbal Hernández, hace hincapié en la importancia de cuidar el trabajo, “debe cuidarse para que sea un elemento de dignificación de la persona”. Este presbítero señala que en un sistema donde el trabajo es un elemento más de la producción y la rentabilidad prevalece sobre la dignidad del trabajo y la vida humana, es crucial proteger a las personas y fomentar empleos dignos. Considera que es necesario “cuidar el trabajo para cuidar la vida”, ya que, según denuncia, sigue habiendo “trabajos realmente precarios que en lugar de dignificar a la persona la deshumanizan”.
ACTUALIDAD DIOCESANA