08/05/2020
La Iglesia diocesana de Salamanca se ha movilizado ante esta emergencia sanitaria y social provocada por la pandemia del coronavirus. Entre otras iniciativas, se han activado todos sus recursos para ofrecer ayuda, acompañamiento y oración por todos los afectados.
En este tiempo de confinamiento, dado que los voluntarios de la parroquia de Guijuelo son personas mayores y no pueden exponerse en este momento, el vicario parroquial, Amable García, es quien atiende las necesidades de las personas que han solicitado ayuda, que van desde servicios funerarios, la unción de enfermos, dar la comunión en el domicilio, el acompañamiento telefónico a los ancianos y a las familias en el duelo, o en su soledad, hasta realizar algún traslado sanitario y otras emergencias. Como le sucedió hace unas semanas, cuando tuvo que acercar al hospital a la sacristana de una de sus parroquias, tras haber sufrido una caída. Este sacerdote diocesano asegura que en todos estos pasos dados, “siempre acatan las medidas de prevención contra la COVID-19”.
Amable asegura que los mayores confinados, “están entrando en una situación de depresión y de desorientación tremenda”, y en su caso, lo ha notado en sus pueblos, “y me está asustando cada día más”. Bajo su punto de vista, “es como si hubieran envejecido en estos dos meses, tres o cuatro años más”. Una situación que le preocupa, y por ello, fomenta también la pastoral de la escucha y del acompañamiento, “he visto la necesidad que tienen de hablar, y ahí estamos también acompañando”.
Los domingos y festivos retransmite la eucaristía a las 11.00 de la mañana desde el templo parroquial a través de la emisora Radio Guijuelo y sus redes sociales, gracias a la colaboración del consistorio. De esta forma, los fieles de la comunidad parroquial y de toda la comarca pueden seguir la celebración.
La situación de crisis sanitaria y económica está afectando a muchas familias de Guijuelo y su comarca, que en muchos casos, se han quedado sin ingresos. Habitualmente trabajan con atención directa, pero ante esta situación se han visto obligados a atender las peticiones a través del teléfono.
Según describe, Cáritas diocesana ofrece una atención “que va más allá de la asistencia inmediata, ya que busca la promoción de la persona a partir de su participación activa y de sus recursos”, señala este presbítero como responsable de Cáritas Guijuelo.
Desde la entidad diocesana, “se establece una línea de actuación personalizada para cada caso, que consta de diferentes acciones según sus demandas, siempre desde el acompañamiento”, indica García. De esta forma, se apoya con acogida, información, formación y orientación, a la vez con acciones para fortalecer su autonomía personal”, detalla, “siempre desde el respeto y la dignidad de la persona”.
La acogida de Cáritas es el punto de partida para comenzar un proceso de trabajo con la persona, como describe este párroco: “Es un encuentro en el que ponemos en común una necesidad y se busca la respuesta más adecuada a través de una relación de ayuda”, matiza. Desde Cáritas parroquial de Guijuelo han atendido desde el pasado mes de enero a 25 hogares (46 personas), 18 (36 individuos) en los meses de confinamiento (marzo y abril).
Desde la entidad eclesial resaltan la necesidad de escucha que tienen las personas, “una escucha que les ayude a reconocer su dignidad en medio de todas sus dificultades”. En este periodo de confinamiento, las atenciones que está llevando a cabo Cáritas parroquial se realizan a través de los teléfonos de su trabajadora social, Mamen Benito, y el sacerdote, Amable García.
Además, se están realizando seguimientos y acompañamientos en 12 hogares, “teniendo en cuenta diferentes aspectos: visitas a domicilio, acompañamiento a diferentes recursos sociales, entrevistas de seguimiento, etc. Intervenciones que han partido de las necesidades planteadas por la familia”, detalla García.
En estos dos meses de confinamiento se han gestionado 24 ayudas de diferente tipo (suministros, mantenimiento, alimentación,…), con un importe total de 4.220 euros. Amable García destaca que en estos dos meses de confinamiento, la petición de ayudas “se ha multiplicado”, sobre todo, en comparación con otros meses anteriores.
Si se contabilizan los datos desde el mes de enero, la entidad ha invertido más de 8.011,28 euros en ayudas de alimentación (25); y otras ayudas relacionas con la vivienda, tanto aquellas relativas a alquileres o hipotecas, como las dedicadas a suministros, (ayudas de gas y luz), que ascienden en su conjunto a un total de 19. El responsable de Cáritas parroquial afirma que la labor de la trabajadora social, Mamen Benito, ha sido “fundamental”, que sin ella, “no hubiéramos podido abarcar todo”.
Dentro de esta intervención se incluyen en concepto de adelanto 17 ayudas concedidas por la Diputación de Salamanca a través de los CEAS, con un importe de 6.210 euros, que Cáritas ha adelantado. “La gestión de estas ayudas implica la atención a las personas o familias en varias ocasiones, la tramitación y gestión de las ayudas en los conceptos señalados por ambas Administraciones Públicas; además, de la estrecha coordinación con estas entidades”, matiza Amable García.