29/04/2021
Ya hace más de un año que venimos padeciendo la pandemia del Covid-19 y sus efectos. Creo que 2020 será recordado como el año en que un pequeño virus nos doblegó y nos retuvo confinados, prisioneros, en nuestros domicilios.
No obstante la primavera siguió su curso, los árboles florecieron y la tierra generosa volvió a ofrecernos sus frutos.
En este 2021 la primavera se nos presenta con doble fuerza anunciada y celebrada en esta Pascua Florida:
Por un lado la tierra vuelve a brotar su desmesura y abundancia, los campos se alegran con sus aguas saltarinas y el canto de los pájaros.
De otra parte nos surge, después de haber palpado nuestra pequeñez, fragilidad y debilidad, esa esperanza machacona que nos lleva a descubrir un horizonte lleno de brotes de vida:
– Muchos hermanos nos han dejado en medio de este Covid, pero las vacunas están llegando poniéndole escudo y freno.
– Bastantes viven dificultades económicas, pero surgen también ideas creativas para utilizar tecnologías y diversos medios que tratan de esquivarlas y aun superarlas.
– Las colas del Hambre, entre nosotros y en el Sur, son largas, pero la generosidad crece también.
Por todo ello, hoy, Manos Unidas te invita a sumarte a nuestro Abrazo a la Plaza Mayor del Mundo, ya que al mundo entero va dirigido: que tu presencia en uno de sus arcos grite un nuevo brote de Esperanza.
Vamos a empujar la primavera, vamos a seguir trabajando por un mundo de justicia y paz, de pan y vacunas para todos.
Vamos a ser cuidadores de toda vida, porque todo está interconectado formando ese tapiz sobre la Tierra: “Cada hebra del tapiz es frágil, pero si se retejen y nos entretejemos, conseguiremos la robustez de los muchos, aunque hecha de innumerables fragilidades entretejidas” (Sandra Mirna, Bióloga).
Vamos a vivir con fuerza esta primavera “renunciando a las relaciones abusivas y desechando hebras que causen agujeros en el tapiz”, haciendo brotar la Esperanza en nuevas vidas cuidadas, consecuencia de ese notición que anunciamos estos días: ¡Cristo vive!