El domingo 6 de junio, junto con la solemnidad del Corpus Christi, celebramos la memoria de Santa Bonifacia Rodríguez de Castro, la primera santa salmantina. Fundadora de la congregación de las Siervas de San José, Bonifacia promovió la dignidad de la mujer trabajadora pobre y se entregó en “cuerpo y alma, trabajo y dolor, silencio y acción” por el Reino de Dios.
ADELA DE CÁCERES, Sierva de San José
Santa Bonifacia, una salmantina, una humilde artesana que sintió en su corazón la llamada a ser una trabajadora al estilo de Jesús de Nazaret. Desde su pequeño taller de la calle Traviesa, se asomó a las necesidades.
Al no podernos reunir el 6 de junio para celebrar su fiesta hacemos memoria de ella recordando algunas de las cosas que ella nos dijo para que fuéramos felices y para que en estos tiempos recios que nos toca vivir sintamos su cercanía, su bendición y su ayuda:
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- “Olvidemos las ofensas que unos a otros nos hayamos hecho y no andemos miserables en el perdón”.
- “Quiero que seáis árboles de profundas raíces, troncos fuertes que aguanten todo viento y tempestad”.
- “Cuando la tristeza y angustia os persigan digamos: Dios está delante de mí, me ayuda y fortalece”.
- “Cuando tengamos que sufrir cualquier desprecio o cualquier pena pensemos: que alabanzas recibió Jesús los desprecios, que alabanzas los insultos y calumnias”.
- “Tened confianza en Dios, él nunca os dejará, yo he sufrido mucho pero el Señor nunca me ha abandonado”.
- “San José siempre está dispuesto a ayudar, a consolar y o acompañar. Acude a él. Cuidará de ti como cuidó de Jesús y María”.
- “El trabajo diario es camino de santidad, no tienes que hacer grandes cosas, vive cada día”.