07/10/2019
Con ocasión de la Jornada mundial del Trabajo Decente que se celebra el 7 de octubre el obispo de Salamanca, Carlos López invita en una carta a la comunidad diocesana a “orar por el cambio de las mentes y los corazones que haga posible una forma nueva, evangélica y auténticamente humana, de organizar el sistema económico y del trabajo”.
“La Jornada por el Trabajo decente es una expresión de la dimensión social de la fe y del compromiso misionero de los cristianos, y hemos de vivirla como envío de los bautizados a la misión en el Mes Misionero Extraordinario”, afirma el prelado quien recuerda en su escrito el origen de esta jornada instituida por el Papa San Juan Pablo II, durante el Gran Jubileo del año 2000, en la que hizo un llamiento a “una coalición mundial a favor del trabajo decente”.
El obispo afirma que “el desempleo va dilatando los límites de la pobreza. Y la peor pobreza material es la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo”. Y manifiesta que “es necesario `replantear la solidaridad´ no ya como mera asistencia a favor de los más pobres, sino como replanteamiento global de todo el sistema económico de manera coherente con los derechos fundamentales de todos los hombres”.
En su carta, el pastor de la diócesis considera que la crisis actual en el ámbito del trabajo “no es solo económica y financiera, sino que hunde sus raíces en una crisis ética y antropológica. Seguir a los ídolos del poder, del beneficio, del dinero, por encima del valor de la persona humana, se ha vuelto norma fundamental de funcionamiento y criterio decisivo de organización. Se ha olvidado y se sigue olvidando que por encima de los negocios y de la lógica del mercado está el ser humano, y lo que a él se le debe en virtud de su dignidad inviolable. La idolatría del dinero quita dignidad e impide crear empleo”.