03/06/2020
“El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”
Cuando planteé a mi familia quedarme en la Residencia, mis hijos me dijeron “mamá, si es lo que tienes que hacer, por nosotros no te preocupes”. La respuesta de mi marido fue muy clara: “Quédate”. La generosidad de mi familia fue el último empujón para decidirme y aquí estoy en “Mi Casa” porque así lo siento, porque así me han enseñado a sentirla y porque así lo vivo.
He sentido la fuerza de mis compañeros de todos y cada uno de ellos, el aliento de todos los residentes y sobre todo las enseñanzas de los que se fueron. Ellas y ellos han sido mis héroes, fueron, los que me enseñaron sobre el Covid-19, por eso les doy las gracias y sonrío mirando al cielo.
He sentido frustración, a veces desesperanza. Frente al sagrario de la capilla de la residencia he llorado de rabia, mucha rabia, he tenido algún que otro terror nocturno, pero también he vivido ratos de alegrías, de risas, de amor, de satisfacción personal y ese orgullo que uno siente de superación personal día a día.
Mi agradecimiento y respeto a mis compañeros del equipo sanitario y al resto del personal de esta casa. Del Covid-19, me llevo una gran lección de vida.