ACTUALIDAD DIOCESANA

25/10/2024

“Pasos de libertad”: Una celebración de esperanza y reflexión por los privados de libertad

En una acción conjunta, la Pastoral Penitenciaria y las Cáritas de Zamora y Salamanca convocaron una oración el pasado viernes en la iglesia de Santa María de Nazaret, donde destacaron la necesidad de sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de las cárceles, “un mundo doloroso”, y de ofrecer apoyo tanto a los internos como a sus familias en su proceso de reintegración

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

La parroquia de Santa María de Nazaret, en el barrio de Buenos Aires de Salamanca acogió el pasado viernes, 18 de octubre, la celebración “Pasos de libertad”. Organizada por el Servicio diocesano de Pastoral Penitenciaria y las Cáritas diocesanas de Zamora y Salamanca, tuvo como objetivo crear un espacio de reflexión y sensibilización sobre la realidad de las personas privadas de libertad.

Emiliano Tapia es el director del Servicio diocesano de Pastoral Penitenciaria

El director de Pastoral Penitenciaria, Emiliano Tapia, explicó en el programa El Espejo de la Diócesis en COPE Salamanca que el encuentro surgió de un esfuerzo coordinado entre distintos grupos de la Iglesia que están presentes en la cárcel. “Desde hace algún estamos intentando unir esfuerzos, no solamente lo que es la presencia en el Centro Penitenciario de Topas, sino también lo que es la acogida fuera de las personas que salen, una vez que terminan el tiempo penitenciario o una vez que tienen derecho a algún permiso”, ofreciendo apoyo y acogida a quienes lo necesitan”.

Un encuentro en el que celebraron “ese esfuerzo de acompañamiento y de libertad en el cual en el nombre del Dios de Jesús estamos intentando hacer presencia dentro de las cárceles”, señaló Emiliano.

Este responsable recordó que otro de los aspectos destacables de este tipo de celebraciones y encuentros es “que la sociedad, y en especial la propia Iglesia, tomemos conciencia de que el mundo de la cárcel es doloroso” y que las causas de la privación de libertad” están en la propia sociedad”, afirmó Tapia, recordando que es fundamental sensibilizar a todos sobre esta realidad.

 

Escuchar para acompañar

En cuanto al apoyo que prestan en el Centro Penitenciario de Topas, Emiliano subrayó que el planteamiento de Pastoral Penitenciaria y las Cáritas es el mismo: Primero escuchar. “Es necesario saber qué les ocurre a las personas que están dentro. Y a partir de esa escucha, podemos acompañarles en su relación con la propia cárcel, su persona, la situación con sus familias” y en su camino hacia la libertad, explicó. El trabajo no termina al salir de la prisión: es crucial “seguir acompañando a estas personas después en su proceso de reintegración”.

El responsable de Pastoral Penitenciaria sostiene que los problemas que deben afrontar quienes están en prisión son reflejo de lo que se vive en la sociedad, como “la inmigración, las drogas, la salud mental, conflictos sociales,…”. Emiliano advirtió que estos desafíos “no se pueden abordar únicamente desde el sistema penal”, que suele ser “punitivo”. Al respecto, señaló que “muchos de estos problemas no han sido resueltos en la sociedad”, y eso se traduce en “personas que acaban reincidiendo y acaban en la propia cárcel”. Por ello, insiste que “en esa tarea y en ese camino es en el que tenemos obligación de estar quienes creemos en el evangelio y en Jesús de Nazaret”.

Sensibilización

La coordinadora del programa de Prisión de Cáritas diocesana de Salamanca, Almudena Iglesias, también destacó la necesidad de acompañar no solo a las personas privadas de libertad, sino también a sus familias. “Cuando alguien entra en prisión, la estructura familiar se rompe”, afirma. Las familias son acompañadas desde el propio programa de prisión, pero también desde otros recursos, como “la asesoría jurídica o el programa de drogodependencias de Cáritas”.

Ambos responsables reconocen la importancia de sensibilizar a la sociedad sobre la situación de las personas encarceladas. Almudena explicó que: “cuesta entender la realidad de estas personas, que a veces no han tenido las mismas oportunidades que otros y que necesitan apoyo y oportunidades especiales”. Iglesias sostiene que es esencial “que la comunidad esté dispuesta a acogerlas, ya que si no, existe el riesgo de que sufran rechazo y se les nieguen oportunidades”, lo que podría llevarlas “a entrar en bucle”. En su opinión, “todos tenemos una responsabilidad”.

Almudena también valora el esfuerzo de coordinación que están realizando las tres entidades: “hay que generar sinergias para poder llegar al máximo posible, acompañar a las personas privadas de libertad y a sus familias de la mejor manera, porque ellos lo merecen y porque nos necesitan”. En su opinión, a medida que se coordinen y optimicen sus esfuerzos, será más beneficioso para estas personas, quienes “son los protagonistas de toda la intervención y acompañamiento”.

Acompañamiento más humano

Cáritas diocesana ha establecido una dinámica de reuniones periódicas con Pastoral Penitenciaria “para pensar juntos y reflexionar juntos, buscando de qué manera podemos generar esas sinergias que permitan ofrecer un acompañamiento más humano” tanto a las personas privadas de libertad como a sus familias.

La celebración “Pasos de Libertad” fue un espacio de oración, reflexión y diálogo. Emiliano y Almudena coincidieron en que este encuentro es solo el comienzo de una serie de celebraciones que buscan visibilizar y humanizar la experiencia de quienes atraviesan la realidad carcelaria.

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