ACTUALIDAD DIOCESANA

26/07/2024

Los padres de la Virgen María, patronos de los abuelos

Cada 26 de julio, se celebra la memoria litúrgica de estos santos, que jugaron un papel importante por ser los progenitores de la madre de Jesús, y que son representados en cuadros y esculturas en la Catedral de Salamanca

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

En la Catedral de Salamanca, San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María, son representados en lienzos y esculturas repartidos en diferentes estancias del templo. Con motivo de la celebración de su memoria litúrgica, el 26 de julio, aunque la Iglesia lo celebra el domingo, día 28, nos acercamos a estos personajes tan importantes en la vida de Jesús, sus abuelos, a través del arte.

El historiador de Arte, Raúl Benito.

El historiador del Arte y técnico de la Catedral, Raúl Benito, detalla que San Joaquín y Santa Ana se representan en lienzos y esculturas, “juntos”, pero es muy habitual también encontrar obras de arte dedicadas a Santa Ana, “tomando en su regazo a la Virgen, y a su vez, el Niño Jesús, sentado sobre su madre”.

Como aclara, esta representación se conoce como “la triple Santa Ana”, y que son las más repetidas a lo largo de la historia del arte. Y a partir del siglo XVI, estos santos se empiezan a representar en lienzos, como el que se conserva en la capilla de San Antonio de Padua, en la Catedral Nueva de Salamanca. En ese cuadro, aparecen junto a San José y la Virgen, además del Niño Jesús y San Juan Bautista de niño.

Junto a San Juan Bautista

En la Catedral también se recoge esta escena con los abuelos de Jesús en el retablo de la Catedral Vieja, con el Nacimiento de la Virgen; o en el sepulcro del canónigo, Diego de Neyla, tras la portada de Ramos, en la nave del Evangelio, donde se representa a María junto al Niño Jesús y Juan Bautista niño. Asimismo, resaltar la escultura de Santa Ana de Juan de Juni, ubicada en la actualidad en el trascoro de la Catedral, y que fue tallada en torno a 1540 en piedra arenisca policromada para ser colocada en una hornacina lateral del arcosolio del sepulcro que el arcediano Gutierre de Castro dispuso en el claustro de la Catedral Vieja de Salamanca, aunque el grupo sería trasladado en el siglo XVIII al trascoro de la Catedral Nueva, en el cierre de la obra construida entre 1710 y 1733 según las trazas de Joaquín Benito y Alberto Churriguera, lugar donde todavía permanece.

De unos 80 centímetros de altura, recogen la escena de Santa Ana representada como una mujer madura, protegiendo en su regazo a la Virgen Niña, mientras señala con el dedo índice un pasaje de las Sagradas Escrituras en el que fija su atención la niña. La santa aparece cubierta con una toca y en ambos conjuntos el manto presenta un gran dinamismo.

Otras representaciones

En otros lienzo también suelen estar representados San Zacarías y Santa Isabel, como padres de San Juan. “Así se quiere enfatizar en la Sagrada Familia, uniendo a la vez lo que se conoce como la Sacra Conversación, las Sagradas Conversaciones entre distintos santos”. Raúl Benito también destaca otra de las ideas que se desprenden de estas obras de arte, que es reflejar que el Niño Jesús y San Juan Bautista eran contemporáneos, “basándose en el relato evangélico donde se nos dice que María visita a su prima Santa Isabel cuando está en cinta de seis meses”. Entre ellos se llevan tan solo seis meses.

Los padres de la Virgen son también los patronos de los abuelos, y así se recuerda cada 26 de julio, aunque la iglesia celebra la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores el cuarto domingo de julio, el 28 de julio, en esta ocasión bajo el lema: “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9). 

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