ACTUALIDAD DIOCESANA

11/06/2024

Una “foto fija” de los arciprestazgos de Ledesma y Vitigudino de 1872

El canónigo archivero, Casimiro Muñoz, ha presentado la última publicación de la Catedral, que recoge una visita pastoral del arcipreste, Andrés Palomero, hace 152 años, a un total de 80 pueblos, donde recoge cuestiones relacionadas con las iglesias, los sacerdotes o los feligreses

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

La última publicación de la Catedral de Salamanca: “Visita pastoral de los arciprestazgos de Ledesma y Vitigudino. Año 1872”, recoge información que en aquella época era reservada y solo se mandaba al obispo. Como apunta su autor, el canónigo archivero, Casimiro Muñoz, “a veces era público, pero con el tiempo se destruían”.

Casimiro Muñoz, junto a su libro.

El manuscrito, de 142 páginas, procede del archivo parroquial de Ledesma, y fue firmado por el arcipreste de aquella época (1872), Andrés Palomero, tras visitar 80 pueblos y 96 templos de los Arciprestazgos de Ledesma y Vitigudino. Al parecer, como apunta Muñoz, se trata de una copia, o quizás, una primera redacción, ya que la definitiva se mandaba al obispo, en aquel momento, Mons. Joaquín Lluch y Gárriga.

En el boletín oficial del obispado de Salamanca del año 1872, se recoge el mandato que dio el obispo a varios arciprestes para que, en su nombre, hicieran la visita pastoral a las parroquias y pueblos que el prelado no había podido visitar. El arcipreste comenzó un 26 de junio en el Campo de Ledesma y anejos, y no paró hasta el 15 de julio.

Porcentaje de población importante

Este canónigo archivero destaca que con ese documento se puede realizar una “foto fija” de la situación de esta zona de Salamanca de aquella época, como por ejemplo, que entre todos los municipios, alcanzarían los 25.000 habitantes, en concreto, según relató Andrés Palomero, unos 6.700 del arciprestazgo de Ledesma, y otros 14.000 de Vitigudino. Y en total visitó 96 templos, entre iglesias, capillas y ermitas.

De este documento, Casimiro Muñoz también detalla que al arcipreste le preocupaba cómo estaban los fieles, si eran bien tratados, “y también mencionaba al párroco”. En cuanto al estado de los templos, el autor del libro resalta que estaban bien. Y destaca algunas iglesias de aquella época, como la de Vilvestre, cuando el municipio tenía 2.000 habitantes, y ahora están sobre los 436. O templos que ya han desaparecido.

En estos informes también mencionaba la limpieza de la iglesia, que en algunos casos, como relata Muñoz, no era adecuada y Andrés Palomero lo recogía en su informe: “El sagrario lleno de polvo, telas de araña y tierra que saqué con la mano por haberla en considerable cantidad”, relata del libro. O del estado de algunas casas donde viven los sacerdotes, calificando alguna de “zahúrda” (pocilga).

El contexto de una época

El prólogo del libro ha sido escrito por el vicario general de la Diócesis de Salamanca, Tomas Durán, quien recordó la figura del obispo de Salamanca en 1872, Mons. Joaquín Lluch y Gárriga. “Un obispo muy comprometido y muy conocedor de la cuestión social”, subrayó. Además, quiso ensalzar la zona de Vitigudino  y Ledesma, “donde cada iglesia y cada templo parroquial es un símbolo espiritual precioso”. Y enumeró cuatro tipos de entornos que caracterizan esas tierras: geográfico, histórico, espiritual y de futuro. Sobre esto último, el vicario general insistió en que ahora se trata de una de las zonas más deshabitadas, y que como ha dicho el papa Francisco en alguna ocasión: “Hemos de ser custodios del pasado, pero artesanos del futuro”.

E invitó a los sacerdotes de los pueblos que en los meses de verano, que se llenan estas localidades, “los jóvenes no ignoren la historia y  se les enseñe las raíces más profundas de la existencia de sus abuelos, de sus bisabuelos, sobre la religión y la historia”.

Por su parte, el director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomás Gil, recordó que este manuscrito se custodia en el Archivo diocesano del Palacio Episcopal, y que el libro se ha presentado en el contexto de la Semana Internacional de los Archivos. Asimismo, elogió el trabajo de Casimiro Muñoz en la transcripción del documento para que finalmente se publicara el libro.

Volver al pasado para vivir el presente

Este responsable del Archivo diocesano también puntualizó la importancia de recuperar documentos del pasado, “para afrontar el presente y el futuro hay que bajar a la realidad, a la historia y a nuestra memoria”.

El libro: “Visita pastoral de los arciprestazgos de Ledesma y Vitigudino. Año 1872”, de Casimiro Muñoz Martín, puede descargarse de forma gratuita en este enlace.

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