03/05/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La comunidad Adsis ha llenado de vida pastoral la parroquia de Santa Marta durante los últimos 40 años. El 1 de septiembre de 1984, el obispo por aquel entonces, Mons. Mauro Rubio, encomendó esta tarea al primer presbítero de Adsis, Julio Parrilla, el actual obispo emérito de Riobamba. Desde ese momento, han sido cuatro décadas intensas en las que cientos de personas han dejado allí su huella, como feligreses, catequistas, animadores, voluntarios… En la actualidad, el párroco es Mariano Montero, que llegó en 2018, tras 25 años de servicio como sacerdote misionero en Santiago de Chile.
Con motivo de este aniversario, la parroquia ha organizado una serie de actos que tendrán lugar este sábado, 4 de mayo, que comenzará a las 17:00 horas, con un encuentro donde compartirán juntos la historia vivida en una mesa redonda titulada: “La memoria agradecida e inspiradora”, que contará con hermanos de Adsis de la actual comunidad, la directora de la Fundación Adsis, laicos de la parroquia y el vicario general de la diócesis, Tomás Durán. Asimismo, se proyectará un vídeo con testimonios de hermanos que han pasado por Santa Marta y están en diferentes rincones de España y del mundo. Otra de las iniciativas es la exposición de fotografías en las que se repasa la vida parroquial de los últimos 40 años. Y a las 19:00 horas, se celebrará la eucaristía, presidida por el obispo, Mons. José Luis Retana.
El actual párroco de Santa Marta, Mariano Montero, recuerda los inicios de Adsis en este municipio del alfoz, “era un momento en el que el pueblo iniciaba un crecimiento que se mantendría por décadas”, y en la actualidad, es la localidad más poblada de Salamanca después de la capital. Junto a la iglesia de Santa Marta, donde se conservó parte del templo antiguo, también se construyó una iglesia en Valdelagua.
En cuanto a Adsis, cabe recordar que es un movimiento de comunidades cristianas, reconocido por la Santa Sede en 1997 como asociación de fieles internacional. Está constituida por laicos y presbíteros, matrimonios y célibes, “hombres y mujeres que, desde sus diversos estados de vida, ministerios y profesiones, viven su carisma como presencia fraterna y solidaria con los jóvenes y los pobres”, subraya Montero.
El fundador fue el salmantino, José Luis Pérez, ordenado como salesiano en Turín, y que celebró su primera misa en la iglesia de María Auxiliadora, en la capital, y fue profesor en el Teologado del Alto del Rollo. La comunidad Adsis primero se estableció en el barrio de Garrido, y en 1984 se trasladó a Santa Marta de Tormes, “al servicio del pueblo y la parroquia, en comunión con el arciprestazgo del Trastormes”. Mariano Montero hace balance y considera que aunque han ido cambiando los párrocos, “se ha mantenido un mismo estilo pastoral, con especial atención a la participación eclesial, a los jóvenes y a la acción social”.
Uno de los primeros matrimonios que inició el camino de Adsis en Santa Marta fueron Muski Braco y Miguel Reyes, quienes recuerdan que su llegada fue una gran novedad, y una comunidad formada por un presbítero, Julio Parrilla; dos seminaristas, Peio Sánchez y Miguel Ángel García, y varios laicos. Ambos coinciden en que aquellos primeros años, “creó un estilo que permanece a pesar de los cambios tan intensos que ha sufrido ese pueblo que nos recibió con unos 3.000 habitantes y hoy llega a 15.000”.
Entre las primeras tareas que destacan Muski y Miguel fue establecer una pastoral de jóvenes, “costaba poco reunir a la gente joven y establecer procesos catequéticos”, interpelan. Y de forma especial, mencionan la pastoral social, “porque había muchas situaciones familiares precarias, e iniciaron un servicio a la caridad”. Tampoco faltaron las iniciativas de ocio y tiempo libre, “o el apoyo al estudio para los más vulnerables, así como programas de integración social y laboral de las madres inmigrantes”.
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