ACTUALIDAD DIOCESANA

Volviendo de vez en cuando al almacén de mi experiencia psicológica y ministerial, cada vez que abro algunos archivos, aun se percibe el buen sabor y la satisfacción de felices momentos vividos, compartidos, disfrutados y sufridos en la Pastoral Juvenil con los Salesianos, la Delegación diocesana de Madrid y el Movimiento Adsis, así como en la Pastoral Social durante veinte años en el gran San Blas de Madrid; ahora ya puedo añadir un nuevo archivo con el tiempo dedicado a la Pastoral de la Salud durante diez años en Latinoamérica y seis en Salamanca. Y cada vez que abro alguno de estos archivos en mis momentos de silencio, de oración y de recuerdo, la fragancia de la satisfacción en la entrega incondicional y generosa, así como la cercanía en el acompañamiento entonces a jóvenes y hoy a pobres y ancianos.

De la primera etapa aún queda el buen gusto del que apasionadamente trata de servir, de aprender y hasta aceptar la corrección de los jóvenes que me fortaleció en la vivencia ministerial. De la segunda aún perdura el inicial temor y temblor del que se adentra hasta encarnarse en el sector de la exclusión y marginación, pero después el gozo del que siente que ha hecho lo que tenía que hacer. Últimamente en la Pastoral de la Salud va quedando ese poso que deja la paciente satisfacción del que va aprendiendo a estar con el enfermo y que a la vez va insistiendo y persistiendo en que los nueve miembros del grupo de Pastoral de la Salud de la parroquia de Santa Marta, aprendan a estar amorosamente acompañando a los enfermos y ancianos.

A la vez que voy viviendo con el equipo el presente con esa actitud pacificadora y orante en nuestras reuniones, intentando transmitir a los enfermos esa paz que también sana en medio de sus sufrimientos, mientras vamos sintiendo el eco agradecido de varias familias por la tarea realizada con sus enfermos y nos encaminamos hacia el futuro, preparando y persiguiendo los siguientes objetivos:

• Seguir apoyando y fortaleciendo la Pastoral de la Salud en la parroquia en conexión con la diocesana.

• Seguir cuidando y preparando con mayor esmero si cabe, los encuentros mensuales del equipo (hoy integrado por 9 personas), como ya se viene haciendo desde hace años en tres momentos: un espacio para la oración personal y en grupo a partir de la Palabra; un segundo espacio a la formación y un tercero a la revisión de nuestro actuar pastoral con los enfermos y los mayores.

• Seguir preparando con suficiente antelación la Celebración anual de los Enfermos (11 de febrero) y la Pascua anual del Enfermo, implicando a la comunidad parroquial también en este campo.

Nos viene aportando ideas para seguir animosos en nuestra tarea de la Pastoral de la Salud, los materiales del Centro de Humanización de la Salud de los Camilos y algunos artículos al respecto de Pablo D’ors.

Después de todo esto un objetivo a largo plazo nos lo proporciona el sacerdote escritor al afirmar que en el acompañante de enfermos ”es solo un testigo cuya misión normal, en el silencio más completo, se reduce a recibir lo que el enfermo le da y a devolvérselo”… porque  “este misterioso intercambio es el que sana.”

Un afectuoso saludo del equipo de Pastoral de la Salud de la parroquia de Santa Marta de Tormes.