30/07/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN/ OUCA-AVEIRO
De la mano de María han caminado hoy los peregrinos salmantinos que viven su cuarto día en la diócesis. La jornada ha comenzado con un acto mariano en el Santuario de Nuestra Señora de Vagos. Acompañados por una fina lluvia, el obispo de Aveiro, Antonio Monteiro, se ha dirigido a los jóvenes junto a las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, que para la ocasión han traído a este lugar.
El prelado recordó el evangelio de la Visitación, lema de la jornada, del momento en el que María se encuentra con Isabel. “Nosotros somos testimonios de Jesús “, apuntó. También habló de los diferentes viajes de María, para ver a su prima Isabel, la huida o el último para ver a Jesús en la Cruz.
Al respecto, Monteiro alentó a los peregrinos que van a caminar para Lisboa, “al encuentro del papa, porque nuestra vida es el viaje del encuentro con Jesucristo “. Y añadió que el santo padre ha pedido a los jóvenes, “que cultiven lo esencial en su vida, con la cultura del encuentro, que es fundamental para construir un mundo nuevo”.
El obispo habló de cómo Jesús nos releva y nos da a conocer a Dios, así como de la importancia de vivir un encuentro con los hermanos y con Dios, “hay que hacer crecer la cultura del encuentro en nuestra parroquias, grupos de jóvenes, y en nuestra vida”.
Y en relación a María y su camino junto a la Cruz, el obispo de Aveiro confirmó que la pascua de resurrección, “es lo que va a hacer que la Iglesia comience a crecer”. Asimismo, indicó que Jesús Resucitado, “es centro de las comunidades cristianas”. Otra clave que aportó a los jóvenes de la JMJ es que pertenecer a esta comunidad de Jesús, “es el viaje de nuestra vida, porque somos testimonio de Jesús Resucitado, porque Jesús está ahí”.
Al respecto, deseó que el encuentro en ese santuario mariano de Portugal, “sea de alegría, porque Jesús está vivo y ha resucitado, y nosotros somos su testimonio”. Junto a las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús recordó que quiere que aprendamos junto a ella, “el amor a la Iglesia y pensar en las pequeñas cosas, donde podemos ver las maravillas de cada uno de nosotros”. Animó a todos a ser familia de esta Iglesia, “donde el amor a Dios y a los hermanos están presentes”.
Por último, aseguró que ser santos, “es posible con la invitación de Él, como la meta más alta de nuestra vida”. Antonio Monteiro añadió que ser santos es para hacer un mundo más justo, “donde sea justo, cuide de la naturaleza y tenga amor por los más pobres”. Antes de concluir la oración mariana, se realizo un minuto de silencio para interiorizar la palabra de Dios. Los jóvenes rezaron tres aves marías antes de concluir el acto.
La jornada continuó en la playa de Areao, donde se programó una convivencia con cerca de 2.000 peregrinos de toda la diócesis de Aveiro, de diferentes países y ciudades españolas.
A las seis de la tarde se celebró una eucaristía en la parroquia de Ouca, junto a las familias de acogida y la comunidad. En esta ocasión, fue presidida por el sacerdote de Astorga, Álvaro Lobato, quien mencionó como en estos días en la diócesis, “hemos tenido una experiencia en común, donde hemos encontrado el tesoro en el campo, la verdad de ser Hijo de Dios”. A los jóvenes les reconoció que es difícil ser cristiano en el siglo XXI.
Antes de recibir la bendición final se hizo entrega a las familias de un recuerdo por su acogida a los jóvenes de Salamanca y Portugal, donde se vivieron momento emotivos previos a la despedida del próximo lunes. El día ha concluido con una merienda en la plaza del pueblo junto a todos los vecinos.
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