ACTUALIDAD DIOCESANA

17/06/2023

Fallece el sacerdote José Andrés Mato

Los primeros 28 años de su ministerio estuvo destinado en Argentina donde fue estrecho colaborador del obispo Mons. Jorge Novak en la Diócesis de Quilmes y ejerció como vicario general. Tras su regreso a Salamanca fue nombrado párroco de San Martín, San Julián y Santa Basilisa. La misa por sus exequias tendrá lugar el lunes, 19 de junio, a las 11:00 horas, en la iglesia de Sancti Spiritus.

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

Este sábado, 17 de junio, ha fallecido en Salamanca el sacerdote diocesano Don José Andrés Mato, a los 84 años de edad. Su capilla ardiente se ha instalado en el Tanatorio San Carlos Borromeo, donde este domingo, a las 11:00 horas, está prevista una celebración de la Palabra por su eterno descanso. El funeral se celebrará el lunes, 19 de junio, a las 11:00 horas, en la parroquia Sancti Spiritus de Salamanca.

Don José Andrés era natural de Aldeadávila de la Ribera y desde muy joven se sintió llamado a consagrar su vida a Dios. Ingresó en el Seminario y con 24 años fue ordenado presbítero en Salamanca, el 22 de abril de 1962. Cursó derecho canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca y se incorporó a la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana, la OCHSA. Fue enviado a Argentina para colaborar en la labor evangelizadora en la diócesis de Avellaneda, el 8 de mayo de 1964.

Labor evangelizadora en Argentina

El canciller de la Diócesis de Quilmes, el P. Armando Ireneo Dessy, recuerda que entre otras tareas pastorales, Don José Andrés “fue docente en el Instituto Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Florencio Varela”, y tuvo a su cargo la parroquia Inmaculada Concepción de Quilmes. Tras un paréntesis en su tarea pastoral, “la creación de la Diócesis de Quilmes el 19 de
septiembre de 1976 lo encuentra como vicario Local de la Vicaría El Salvador de Juan María Gutiérrez, partido de Berazategui, siendo luego párroco a partir del 8 de diciembre de 1978”.

Estrecho colaborador del obispo Mons. Jorge Novak

En dicha diócesis formó parte del Consejo Presbiteral diocesano (24 de junio de 1978) e integró el Consejo Presbiteral diocesano y desde el 10 de noviembre de 1979 fue miembro del Consejo Diocesano de Pastoral.
“En ambos consejos estará hasta el final de su estadía en la Diócesis”, como destaca el P. Dessy. Fue asesor interno de la Comisión diocesana de Justicia y Paz, creada el 20 de julio de 1978 y “luego, el 15 de octubre de ese año, como Asesor”.

Un año después, el 10 de septiembre de 1979 comenzó a formar parte de la Comisión Presinodal y el 25 de mayo de 1980, como Vicario Episcopal, estuvo al cargo de la pastoral de Acción Social.

“A lo largo de varios años y hasta su regreso a España en febrero de 1990 desempeñará variadas funciones en la Diócesis, como ser Vicario General (6 de agosto de 1983), Moderador de Curia (26 de octubre de 1983). Miembro del Colegio de Consultores y director de Cáritas Diocesana, entre otras”, como subraya el canciller de Quilmes.

Don José Andrés Mato tuvo destacada actuación en cuanto al Primer Sínodo Diocesano de Quilmes (1981-1983), tanto en su preparación, como desarrollo e implementación posterior.

El P. Armando Ireneo recuerda que “siendo Vicario General asumió muy eficazmente la situación creada por la enfermedad del Guillen Barré declarada el 2 de setiembre de 1985 al Padre Obispo Jorge Novak” mientras se hallaba en Costa Rica y que a su retorno a Argentina “le significó a nuestro primer pastor largos meses de convalecencia”.

Párroco de San Martín San Julián en Salamanca

Su labor en Argentina concluye en 1990. En febrero de ese año regresa a Salamanca para continuar su ministerio pastoral en su diócesis de origen. El obispo Mons. Mauro Rubio Repullés le encomienda las parroquias de San Martín, San Julián y Santa Basilisa, donde ejercerá de párroco hasta su jubilación. Fue arcipreste del antiguo arciprestazgo nº 2, en Salamanca; miembro del Consejo Presbiteral y el de Consultores.

Al conocer la noticia de su fallecimiento, los obispos de Quilmes, Mons. Carlos Tissera y Mons. Eduardo Redondo han invitado a la comunidad diocesana “a rezar por el Padre José y por el consuelo de sus seres queridos: “Padre José, que descanses en paz, y el Señor te haga gozar la vida eterna”“.

Damos gracias a Dios por la vida de Don José Andrés y por su ministerio tan fecundo. Descanse en paz.

 

 

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