01/06/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
“El espíritu ha sido capaz de armar este lío…”, apuntaba el obispo de Salamanca y Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, en la oración mariana que congregó por primera vez a sus dos diócesis este miércoles, 31 de mayo, en el Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia. El prelado recordó así las palabras del papa Francisco: “¡Hagan lío!… ¡Quiero lío en las diócesis, quiero que la Iglesia salga a la calle!”.
El obispo también agradeció haber reunido a sus dos diócesis, “en el lugar más emblemático de toda Salamanca”. Y como la oración mariana estaba dedicada a los frutos del Sínodo, Mons. José Luis Retana considera que el encuentro ha sido, “un gesto de sinodalidad, el más grande que hemos hecho en este tiempo”.
Un total de 14 autobuses se desplazaron de ambas diócesis hasta la Peña de Francia, además de vehículos particulares, para participar en esta oración que comenzó a las seis de la tarde y que se centró en el rezo del santo rosario. En el saludo, el obispo recordó que desde hace dos años, la Iglesia entera, “está viviendo un camino de preparación para la celebración del Sínodo de los obispos, que es una invitación a descubrir que en la Iglesia estamos invitados a caminar juntos”.
Mons. José Luis Retana confirmó que ha sido un tiempo “de escucha, diálogo, discernimiento y de muchas aportaciones que ha hecho todo el pueblo de Dios”, y que además, “debemos estar atentos a lo que el Espíritu quiere decirnos, que en la Iglesia debemos caminar juntos“. Al respecto, el pastor de la Iglesia en Salamanca subrayó que el papa Francisco, “nos ha enseñado que la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.
Y en cada diócesis, se ha rezado por el proceso sinodal, bajo la protección de la Virgen María, en este caso, la de la Peña de Francia, en la memoria litúrgica de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Con el rezo del santo rosario se ha pedido, “por los frutos del camino sinodal”. Antes de iniciar el rezo de los misterios gloriosos, todos recitaron la oración del Sínodo, de invocación al Espíritu: “Ven, Espíritu Santo. Tú que suscitas lenguas nuevas…”.
El primer misterio fue dirigido por el sacerdote de la Diócesis de Salamanca, Juan José Calles, responsable de coordinar la comisión del Sínodo. Después, fue el turno de tres religiosas de Ciudad Rodrigo para el segundo misterio, y otros tres seminaristas para el tercero. El cuarto misterio fue encomendado a una familia de la diócesis civitatense, conformada por el matrimonio y sus tres hijos.
El último de los misterios estaba encomendado a las personas mayores, en este caso representado por dos mujeres del municipio de Valdelosa, de la Diócesis de Salamanca. Antes de concluir y recibir la bendición final por parte del obispo, el pueblo de Dios allí congregado rezó una oración por el Sínodo invocando a la Virgen María, en este caso, a la de la Peña de Francia: “Oh, María, Madre y modelo de la Iglesia. Virgen oyente, Virgen orante, Virgen fecunda, esposa, madre y reina…”.
Y antes de abandonar el santuario, cantaron el himno de la Peña de Francia, “La madre de gracia”, y el himno de su coronación.
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