29/05/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, junto al clero diocesano celebrarán el próximo jueves, 1 de junio, la fiesta solemne de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, a las 19:00 horas, en el Monasterio de Santa María de la Vega, de las Oblatas de Cristo Sacerdote, en la Avenida de los Maristas.
Una fiesta que en este 2023 cumple su cincuenta aniversario, tras la concesión otorgada por la Santa Sede a España en 1973, quedando incluida desde entonces en el calendario litúrgico nacional, el jueves posterior a Pentecostés.
En aquella época (tiempo de la crisis postconciliar, de la asamblea conjunta de obispos y sacerdotes en España, del sínodo sobre el sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo…) se podía percibir que la cuestión de cómo entender el ministerio sacerdotal era uno de los puntos neurálgicos en la Iglesia, que no se podía aclarar sin mirar a Cristo, y éste sacerdote (cf. 1Co 2,2). Así lo veía José María García Lahiguera cuando propuso la introducción de esta celebración en la liturgia.
Aunque la reforma entonces en curso mantenía un criterio restrictivo en cuanto a la introducción de nuevas fiestas en el calendario, el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, cardenal Tabera, consultado por los obispos españoles sobre el particular, respondió:
La Conferencia Episcopal Española, en su XVIII Asamblea Plenaria celebrada en julio de 1973, debatió y aprobó la propuesta presentada por Mons. García Lahiguera. En el debate quedaron resaltadas las motivaciones pastorales a favor de la iniciativa:
Por estas razones, los obispos aprobaron la inclusión la Fiesta de Cristo Sacerdote en el Calendario Litúrgico de España. El presidente de la CEE cardenal Tarancón elevó la instancia a la Santa Sede, que la concedió el 22 de agosto de 1973.
Actualmente, las circunstancias de aquellos años han cambiado en ciertos aspectos, pero el problema del sacerdocio y de la espiritualidad y ministerio de los sacerdotes sigue estando en el primer plano de las preocupaciones de la Iglesia. Entonces como ahora, es necesario contemplar a Cristo, y este, Sacerdote, como origen de la santificación del mundo y modelo de la santidad sacerdotal.