La Delegación de Apostolado Laical de la Diócesis de Salamanca es el espacio en el que el laicado vive y potencia su vocación apostólica, respondiendo a la llamada de Jesús en la Iglesia y en el mundo actual. Nuestro compromiso nace de la experiencia del Congreso de Laicos 2020, que marcó una hoja de ruta para una Iglesia abierta, misionera y sinodal, basada en cuatro pilares esenciales: el Primer Anuncio, la Presencia en la Vida Pública, la Formación y el Acompañamiento.
Desde esta Delegación, nos proponemos acompañar y apoyar a todos los que deseen profundizar en su misión laical y fortalecer la presencia del laicado en cada rincón de nuestra Diócesis. Inspirados por el llamado a la comunión, nuestro equipo está formado por personas con una diversidad de experiencias y carismas, con un único propósito: hacernos presentes y escuchar, ponernos al servicio de nuestras comunidades, construir comunión y comunicar la riqueza y la fuerza del laicado en la Diócesis de Salamanca.
La Delegación diocesana de Apostolado Laical tiene como prioridad cuidar y sostener la vida laical en todas sus expresiones. Como nos recuerda San Pablo, somos “un solo cuerpo en Cristo” (1 Corintios 12:12), donde cada movimiento, asociación, comunidad, cofradía y hermandad aporta una riqueza única, resultado de años de servicio y entrega. Desde la Coordinadora diocesana de Movimientos, Asociaciones y Comunidades y la Coordinadora diocesana de Cofradías y Hermandades, acompañamos y preservamos esta riqueza, con el deseo de cuidar lo que ya ha sido construido, reconociendo el trabajo y la fe que sustentan nuestra Iglesia diocesana.
El papa Francisco nos invita a ser una Iglesia que “sale a las periferias” y que busca la “cultura del encuentro”, uniendo corazones y tendiendo puentes. Inspirados por esta visión, queremos también acercarnos y apoyar a los laicos no asociados y a todas las comunidades en los pueblos de nuestra Diócesis, especialmente aquellos que han sido olvidados o quedan al margen. Nos comprometemos a estar presentes en estos lugares donde la fe resiste y se mantiene firme, para ofrecer acompañamiento y apoyo fraterno.
Siguiendo la invitación de Jesús en Mateo 9:37 a “pedir al Señor de la mies que envíe obreros a su campo” nuestro deseo es permanecer en discernimiento continuo, atentos a la llamada del Espíritu Santo, quien nos guía y nos impulsa hacia nuevos desafíos. Como nos recuerda también el profeta Isaías, “Aquí estoy, Señor, envíame” (Isaías 6:8), queremos ser sensibles a esta llamada y responder con generosidad al servicio de nuestra comunidad.
Nuestro equipo está aquí para ti. Somos un equipo de laicos y laicas comprometidos en la escucha, el servicio y la construcción de comunión. Queremos ser ese “fermento en la masa” (Mateo 13:33) que impulsa una Iglesia en movimiento, abierta y cercana, al servicio de todos. En esta misión, nos comprometemos a cuidar con delicadeza y respeto cada vida, cada comunidad y cada historia que da forma a nuestra Diócesis, agradeciendo la vida que ya existe y confiando en el camino que juntos construiremos. ¿Te unes?