11/02/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Manos Unidas de Salamanca se plantea cuatro primeros retos en 2022 para luchar contra la pobreza en India, Uganda, Madagascar y Brasil, ayudando a más de 16.000 personas de forma directa, y 480.000 indirectos. Hace unos días presentaba la campaña de este año, bajo el lema “Nuestra indiferencia los condena al olvido”.
La intención de la delegación es poder financiar estos cuatro proyectos de desarrollo por un importe total de 182.548 euros, que es posible gracias a los socios, donativos y herencias o legados que recibe cada año.
En cuanto a los proyectos, el de Madagascar, por un importe de 49.627 euros, está centrado en el apoyo a la educación en la zona aislada de Managataboahangy, donde hay un colegio católico con más de 380 alumnos, de 10 grados, y solo cuatro aulas construidas, con mínimos recursos. A través de su párroco, solicitan a Manos Unidas ayuda para construir un bloque con cinco aulas, despacho y sala de profesores, así como otro bloque con cuatro letrinas.
Con esto se pretende mejorar la calidad educativa y disminuir la tasa de abandono escolar. La aportación de Manos Unidas será del 89% del importe total del presupuesto, y el 11% restante correrá a cargo de los beneficiarios, que aportarán la mano de obra y la mayor parte del mobiliario necesario. Los beneficiarios directos son 390, 2.000 indirectos.
En India, desde Manos Unidas de Salamanca quieren financiar la mejora de la salud y la lucha contra la desnutrición en diez ciudades de la diócesis de Chanda, al oeste, una zona de pobreza y marginación. Con la inversión, de 44.383 euros, llevarán a cabo formación para montar y gestionar una granja agropecuaria, así como sobre nutrición e higiene, seguimiento de la maternidad, etc.
Además, se montará un campamento sanitario anual en cada pueblo para la detección precoz de enfermedades y para el tratamiento de las mismas a los afectados. La organización contribuye con el 93% del total del presupuesto, con 10.300 beneficiarios directos y 30.200 indirectos.
Otro de los proyectos se centra en Brasil, para la seguridad alimentaria y medioambiental en comunidades de la frontera Acre-Ucayali, por un importe de 25.959 euros y 137 beneficiarios directos, así como 1.200 indirectos. La ayuda se destinará a la puesta en funcionamiento de viveros para la producción de plantines frutales y forestales, la implementación de gallineros y el establecimiento de sistemas agroforestales.
Por último, el cuarto de estos proyectos de 2022 se dedicará a mejorar el agua limpia, saneamiento e higiene en el distrito de Kyenjojo, en Uganda. La inversión fijada es de 62.579 euros, con 5.750 beneficiarios directos, 15.000 indirectos, que será posible tras la instalación de un sistema de recogida y almacenamiento de agua de lluvia y dotación de letrinas en dos escuelas primarias, así como la perforación de siete pozos comunitarios en distintos puntos de la zona donde no existen fuentes ni pozos.