24/01/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El obispo de la Diócesis de Salamanca, Mons. José Luis Retana, ha iniciado este lunes la visita “ad limina” junto a los prelados de las provincias eclesiásticas de Valladolid (a la que pertenece sus dos diócesis), Madrid, Toledo y el Arzobispado Castrense.
La jornada ha comenzado con la eucaristía ante los restos de Pedro, en la Basílica Papal, presidida por el cardenal y arzobispo de Valladolid, Mons. Ricardo Blázquez.
“Me ha conmovido celebrar en la misma tumba, prácticamente, de San Pedro, y con su misma carta: ‘Pastoread el rebaño que se os ha confiado”, ha remarcado el obispo de Salamanca y de Ciudad Rodrigo tras sus primeras horas en la visita “ad limina”. Al respecto, ha reconocido que en esa misa votiva, “pensaba en mis dos diócesis, y cuando en el Evangelio Cristo le dice a Pedro: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.
Para Mons. José Luis Retana, esta celebración ha sido “lo más importante”, de una jornada en la que los prelados españoles han mantenido cuatro reuniones en diferentes congregaciones. Primero, en el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, donde según detalla Retana, se ha abordado la presentación del primer anuncio.
“Hemos comentado que muchas veces se dan contenidos y no hay una preocupación por el encuentro personal con Cristo, del contenido y el acto de fe”, subraya. El prelado añade que es un esquema muy parecido a la escuela, “y por lo tanto, lo que se trata es que la catequesis no es para recibir algo, en este caso los sacramentos, sino para ser cristiano, para la vida cristiana”.
En este encuentro también han abordado la importancia que podría tener la pastoral de los santuarios, “que podían ser un lugar de evangelización muy interesante”. Y han mencionado el Jubileo de 2025, cuyo lema podría ser: ‘Peregrinos de la esperanza’.
En la reunión con la Congregación para las Causas de los Santos, donde han hablado de “la llamada universal a la santidad”, y el hecho de que hay figuras, “que pueden ser propuestas como ejemplares para nuestros fieles”.
Otro de los encuentros ha sido con la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, donde han abordado el descenso vocacional y la preocupación de los obispos, “donde hay un descenso de los habitantes y por el destino que se da a los conventos cuando prácticamente quedan vacíos”.
Para terminar la mañana, los prelados han acudido al Sínodo de los Obispos, donde han coincidido en que el primer problema es que la sinodalidad, “no se convierta en un eslogan, que hay que poner ahora en todos los escritos, sino el entender que toda la Iglesia es sinodal“, así como la importancia de la relación entre “la unidad y la pluralidad”. Los obispos han tratado también de la importancia del discernimiento en el Espíritu Santo, “por lo tanto, siempre en un ambiente orante”.
Al respecto, aclararon que la sinodalidad es un proceso, “que no termina nunca, porque decir sinodalidad es decir la misma Iglesia”, concluye Mons. José Luis Retana.