05/11/2021
El día 17 de octubre hemos celebrado en la Catedral Nueva el inicio de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, convocado por el Papa Francisco en abril de 2021.
Sínodo significa “camino conjunto”, “caminar unidos”. Y el Papa ha hecho los cambios necesarios en las normas sobre el Sínodo de los Obispos, para que haya una primera fase de participación de todas diócesis que integran la Iglesia universal en comunión con el sucesor de Pedro, es decir, la “comunión de las iglesias particulares”.
La Iglesia diocesana es la porción del pueblo de Dios, necesaria para la continuidad de la misión de Jesucristo en los diversos territorios de todo el mundo, hasta el final de los tiempos. En ella tiene lugar, en comunión con el Obispo, la participación que corresponde a todos los fieles en la misión de la Iglesia, aunque de forma inmediata se realice en una de las comunidades que forman parte de la diócesis.
La comunidad parroquial está llamada a ser signo vivo de la cercanía de Cristo, a través de la celebración de la Eucaristía y de la red de relaciones fraternas que brotan de ella, y se proyectan especialmente hacia las nuevas formas de necesidad y de pobreza. En ella somos educados en la fe y en la vida evangélica mediante la catequesis y los sacramentos de la iniciación cristiana.
En la Iglesia diocesana tienen su lugar peculiar: El Seminario, para la formación de los sacerdotes; “Cáritas”, para el testimonio de la caridad con los más necesitados; y las asociaciones de fieles, para la misión de los laicos en la sociedad. Y en ella está integrada la misión evangelizadora de las comunidades de vida consagrada y apostólica.
En nuestra Asamblea Diocesana, celebrada en los años 2014 al 2016, y en el tiempo de aplicación de su Orientaciones, hemos “caminado unidos” en un proceso de renovación espiritual, misionera y organizativa, que nos interrumpió la pandemia del Covid-19. El Papa nos llama ahora a seguir nuestro camino de renovación.
“Caminar juntos” es lo que mejor realiza y manifiesta la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero. En la escucha común de la Palabra de Dios, con la luz y gracia del Espíritu Santo, el Papa nos invita ahora a responder a esta pregunta fundamental: ¿Cómo se realiza hoy el caminar juntos que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio, de acuerdo con la misión que le fue confiada; y qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal?
La meta no es hacer un nuevo documento, sino ayudarnos a revivir nuestra experiencia de encuentro con el amor salvador de Jesucristo, de pertenencia a la Iglesia y de gozosa participación en su misión. Lo que se pretende es “hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos.”
Muchas gracias por ayudarnos a seguir siendo Iglesia diocesana.
+Carlos López, Obispo de Salamanca
ACTUALIDAD DIOCESANA