ACTUALIDAD DIOCESANA

Jesús instruye a sus discípulos sobre su muerte y resurrección. Este anuncio de su pasión se convierte en una motivación más para hablarles del servicio a los demás.  La opción por los más pobres y desvalidos es la verdadera moral evangélica

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Este domingo, 19 de septiembre, XXV del Tiempo Ordinario, continuamos con la lectura del capítulo 9 del evangelio de San Marcos (Mc 9, 29-36), que narra que Jesús en su camino hacia Jerusalén anuncia la Pasión a sus discípulos. Ellos no le entienden y él les instruye durante el trayecto. Los discípulos prefieren no preguntarle, tienen miedo, y solo permanecen atentos a sus intereses, ajenos a la enseñanza del Maestro.

Al llegar a Cafarnaum los reúne y les pregunta “de qué discutíais por el camino?”. Ellos guardan silencio. No responden porque “habían discutido quién era el más importante”. No habían entendido nada. Jesús les ha pedido caminar detrás de él, dar la vida, “negarse a sí mismo”, pero confunden el modo de seguirle, siguen pensando en el triunfo, en el poder y la dominación que prevalece en el mundo, donde la pregunta es quién es el más importante. Entonces, el Maestro les ofrece la clave: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Y para que lo entiendan toma a un niño, lo pone ante ellos y les explica: acoger al pequeño, al desvalido, al más necesitado de atenciones es acoger al Señor.  Esa llamada a la acogida del indefenso es una llamada al servicio, una tarea de los discípulos que quieren representar al Señor y acoger a Dios.

Puedes descargar aquí  la lectio divina de este domingo 19 de septiembre, XXV del Tiempo Ordinario. Un documento confeccionado por la Comisión diocesana para la Aplicación de la Asamblea sobre el Domingo para facilitar la lectura, meditación, oración y contemplación del evangelio dominical y que se enmarca dentro de su proyecto “Camino de escucha y oración con la Palabra de Dios”.