09/04/2021
La Diócesis de Salamanca se suma a la campaña #HazMemoria, una iniciativa de la Conferencia Episcopal Española que quiere hacer visible el trabajo de la Iglesia en diferentes áreas, desde la pastoral o la asistencial, a la educativa o misionera. A lo largo de doce semanas se darán a conocer diferentes realidades de nuestra Iglesia diocesana.
La religiosidad y piedad popular es el tema elegido para el inicio de #HazMemoria, y en Salamanca nos acercamos a una de las imágenes más devocionales de la ciudad, el Cristo de los Milagros, en la parroquia de Sancti Spiritus, con varios siglos de historia en la capital. La talla, del siglo XIV, tiene la cabeza inclinada hacia la izquierda y porta una cabellera larga postiza, con los ojos semicerrados, la boca entre abierta y los brazos que penden de la cruz en forma de “V”.
Esta imagen salía en procesión, hasta el inicio de la pandemia, en la festividad de la Ascensión, pero durante unos años también lo hizo hasta el cementerio de capital, según cuentan sus cofrades, que se denominaba de penitencia. Esta marcha procesional tuvo su origen en un año de sequía, en 1944, que generó una rogativa por parte del obispo y la posterior procesión hasta el campo santo. Ocho días después, comenzaron las ansiadas lluvias. Este desfile penitencial tenía lugar en Cuaresma, según narran los integrantes de la cofradía, y se realizó en Salamanca durante tres décadas.
El actual presidente de la Cofradía del Cristo de los Milagros es José Luis Algara, quien recuerda que el origen de la misma data sobre 1400, “con anterioridad estaba, y siempre ha tenido mucha devoción“. Para él, esta imagen es especial, “te transmite algo que solo los que vienen te lo pueden decir”, y a Algara le cautivó desde que empezó a visitarla, “lo considero como un amigo con el que puedes estar”.
El presidente de la cofradía asegura que cada día que visita al Cristo no se le ve el rostro igual, “no sé si será por el que viene a pedirle, pero cada día le veo un rostro diferente, porque unos días parece que sonríe, y otros está más serio”. Una de las labores de los cofrades es mantener la capilla del Cristo abierta durante gran parte del día, para su veneración. Desde las nueve de la mañana hasta la una del mediodía, y desde las seis hasta las nueve de la noche.
Marciano Sánchez es otro de los cofrades del Cristo de los Milagros, que pertenece a la parroquia desde que nació y fue allí bautizado, “le venerábamos desde la ventana, con mi madre veníamos a rezar”. Este cofrade considera que es el Cristo de Salamanca, y que debido a la pandemia se acercan menos devotos, “pero ojalá que en 2022 podamos salir en procesión para darle las gracias por ayudarnos”. A él, el Cristo le transmite mucha fe, “le he pedido muchas cosas y algunas me las ha concedido”.
María Victoria Suñé es cofrade desde el año 1979, “vine un día pidiendo ayuda al Cristo por un tema personal que tuve y desde ese momento fue como una adicción y quedé enganchada a Él”. Ella viene a diario a visitarlo, “porque me reconforta y me siento muy unida a Él”.
Jesús Gotel es cofrade desde hace un par de años, “pero siempre le he tenido mucha devoción, y en esta iglesia me bautizaron y me confirmaron…”. Cuando mira al Cristo es difícil explicar lo que siente, “es una paz, un sosiego”. En su labor de responsable de Culto en la capilla, Jesús reconoce que cada vez quiere estar más con Él, “le cuento mis penas y mis cosas, me transmite mucha tranquilidad”.
Miguel Ángel Martín Delgado es el actual tesorero de la cofradía del Cristo de los Milagros y recuerda que la imagen cuenta con 95 mantos, donados por diferentes devotos, que se cambian cada época del año, según su liturgia o festividad. El más antiguo es de 1865, “y son unas obras de arte, y voluntades de personas que ya no están con nosotros”. Asimismo, insiste en que la procesión, “se celebra en el mes de mayo, pero por la pandemia no lo podremos hacer”, admite. La cofradía cuenta con unos 270 hermanos, de Salamanca y de diferentes rincones de España.
En tiempo de pandemia, como asegura Martín Delgado, lo que más se pide al Cristo es salud, “la afluencia ha bajado por las limitaciones”. Pero el goteo de personas en su capilla es constante, “de todas las edades”. Este año, en el mes de mayo, celebrarán un novenario en su honor, “que empezará el 7 de mayo“.