08/01/2021
El obispo de la Diócesis de Salamanca, Carlos López Hernández, presidió el pasado 6 de enero la eucaristía solemne de la Epifanía del Señor celebrada en el altar mayor de la Catedral Nueva de Salamanca. En su homilía, el prelado recordó que el Niño nacido de la Virgen María en Belén, “vino no sólo para el pueblo de Israel, sino también para toda la humanidad”, y añadió que representada hoy por los Magos de Oriente y su camino en busca del Mesías.
Además, evocando el relato del profeta Isaías, cree que siempre hay personas que son iluminadas por la luz de la estrella, “que encuentran el camino, y llegan hasta el Niño que nos muestra la ternura de Dios”. López Hernández considera que los Magos eran hombres sabios, estudiosos de los astros…y sólo ellos vieron la estrella. “En nuestro actual contexto ideológico, los Magos son un modelo contracultural y sólo representan al reducido resto de personas que buscan a Dios para encontrar el sentido de su vida“, determinó.
En ese sentido, aseguraba en su homilía que los Magos nos indican el camino que debemos recorrer en nuestra vida. “Ellos buscaban la Luz verdadera“, porque iban en busca de Dios, “y cuando vieron el signo de la estrella, lo interpretaron y se pusieron en camino, e hicieron un largo viaje, una humilde peregrinación de la fe”.
Carlos López Hernández insistió en su homilía que vivimos en una situación de crisis sanitaria, social y económica que agrava en todo el mundo las incertidumbres y el malestar experimentados a diario, “al ver a nuestro alrededor injustas desigualdades sociales, falta de empleo y crecientes situaciones de pobreza, marginación y exclusión social…”. El prelado recordó que cuando se oculta la luz de la estrella, “es más visible la soberbia que la humildad; se hace más publicidad el engaño que la verdad”. Pero remarcaba que en esas realidades oscuras, “Jesús está como luz en todos los hermanos más débiles que sufren como víctimas tales situaciones”.
El obispo de la diócesis también pidió al Señor, “que nos conceda vivir el mismo camino de conversión que vivieron los Magos”, para así nos defienda, “y nos libre de las tentaciones que oscurecen la estrella”. Finalmente, relató que necesitamos entrar con la luz de la fe en el Misterio de Belén, “para responder con coherencia a la vocación que hemos recibido”. Y para López Hernández, “anunciar el Evangelio de Cristo es dejarse iluminar por Dios y reflejar su luz; es hacer resplandecer la luz de Cristo”. Y piensa que ese es el servicio de la Iglesia al mundo, y en ella, “el servicio principal de cada uno de nosotros”.