06/11/2020
La crisis económica provocada por la pandemia está golpeando a la población más desfavorecida por el elevado incremento del desempleo, la ausencia total de ingresos en muchos hogares y las dificultades para hacer frente a los gastos de vivienda, alimentación,… La inestimable generosidad de numerosos donantes ha hecho posible atender a tan urgentes necesidades a través de Cáritas Diocesana.
Pero la evolución de la situación sanitaria y sus efectos laborales y económicos van a seguir haciendo necesaria la implicación solidaria de todos. Por eso, en la Diócesis de Salamanca se ha afrontado de forma consciente y decidida la previsión de una situación económica negativa al final del año 2020. En palabras de nuestro Obispo D. Carlos López, “consideramos que la caridad con los hermanos en grave necesidad es ahora más importante y urgente que la inversión en obras siempre necesarias de restauración de iglesias o centros trabajo pastoral“.
Como manifestación del orden de prioridades en el uso de los bienes de la Diócesis, en el mes de julio se hizo pública la creación de un Fondo Social, con una fuerte dotación económica de los fondos diocesanos (500.000 euros) al cual se van sumando libremente otras instituciones o personas.
Se trata de una exigencia imperiosa de nuestra fe en las circunstancias actuales de emergencia laboral y económica que afecta a tantas familias. Es el momento de demostrar que como Iglesia somos una gran familia, también en la dificultad. Sin olvidar que tan importante es hacer frente a las necesidades primarias en la realidad de exclusión, como estar cada día cerca para sostener, motivar y mantener la esperanza de las personas y avanzar en la construcción de comunidades verdaderamente fraternas y acogedoras.
Cáritas Diocesana de Salamanca