16/05/2020
Spasmo Teatro, Mayalde, el Colegio de médicos, Bomberos y otros representantes de diferentes sectores de Salamanca finalizan el ciclo de vídeos de apoyo a la campaña impulsada por Cáritas diocesana y con título: “Ahora más que nunca, cada gesto cuenta”, que anima a la colaboración para transformar la realidad entre todos.
“En estas semanas se han destapado muchas de las heridas que como sociedad teníamos más o menos encubiertas, fragilidad de nuestro mercado laboral, insuficiencia de nuestro sistema de protección social, de nuestro sistema sanitario, debilidad de la red de asistencia a personas mayores; desprotección de las personas más vulnerables, como es el caso de las Personas Sin Hogar, inmigrantes irregulares…”, señalan desde la institución diocesana. Heridas que han traído como consecuencia “unas mayores situaciones de soledad, aislamiento, escasa vinculación, ruptura de los vínculos familiares, mayor pobreza y precariedad económica”, como describen en la nota de prensa que han remitido este sábado, 16 de mayo.
Cáritas diocesana de Salamanca pone todos sus esfuerzos en buscar la integración social de personas sin hogar, enfermos de vih-sida, drogodependientes, personas con problemas de salud mental, reclusos y exreclusos, ofreciendo una respuesta a través de sus diferentes programas. Una labor que ha continuado durante este tiempo de confinamiento por el estado de alarma sanitaria por el coronavirus y que se ha llevado a cabo atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
En la casa de acogida ‘Padre Damián’ para personas sin hogar se encuentran en la actualidad 25 personas que se han esforzado para mantener alto el ánimo durante estas semanas. La creatividad no ha faltado, desarrollando todo tipo de actividades para mantener una buena autoestima de las personas que allí viven.
A lo largo de estas semanas, se han puesto en marcha distintas actividades individuales y grupales, destacando las de actividad física y las entrevistas motivacionales, de apoyo psicosocial y las entrevistas sociales, para conocer las necesidades que presentan las personas, apoyar en diferentes gestiones y sobre todo ir trazando con cada uno los apoyos que, una vez finalizado el confinamiento, van a necesitar.
En el centro de día ‘Espacio Abierto, desde que comenzó el Estado de Alarma se han ofrecido más de 1.000 comidas a 84 personas. Además, se han proporcionado más de 660 cenas a las personas que se encuentran en el albergue que ha dispuesto el Ayuntamiento de Salamanca para los sin techo.
Espacio Abierto es un recurso que tiene como fin proveer, a quienes así lo demandan, de medios que satisfagan sus necesidades básicas de higiene y alimentación, y favorecer el cambio positivo en sus vidas.
Respecto a la atención de las personas con problemas de adicción, desde Cáritas reorientan los recursos y ofrecen respuesta presencialmente en la dispensación de tratamientos (metadona entre ellos) y seguimiento médico. Para favorecer la permanencia en casa de las personas con problemas de drogodependencias, desde Cáritas realizan seguimientos personalizados vía teléfono (hasta el momento se han atendido 500 personas), visitas a las casas, o vía internet.
El servicio ambulatorio mantiene la atención sanitaria y psicosocial presencial para las personas que necesitan un tratamiento por los problemas derivados del consumo de drogas.
Con todas las personas que se encontraban en seguimiento psicológico se continúa haciendo la atención a través de teléfono. En este momento 130 personas están siendo atendidas de manera presencial y a 14 se les ha llevado el tratamiento (por encontrarse confinados en centros de acogida o por no poderse desplazar desde los pueblos).
También se están atendiendo los nuevos casos que llegan y que no pueden esperar a que todo esto finalice.
El centro de día, al suprimir su intervención presencial, continúa su apoyo psicológico, también a través del seguimiento telefónico, así como a través del correo electrónico, con 220 personas desde que comenzó el Estado de Alarma. Además, se están realizando y enviando a los participantes, materiales de apoyo, reflexión y motivación que favorezcan su rehabilitación.
A las personas que se encontraban en una fase avanzada de su recuperación y participaban en el curso de formación de jardinería y viveros se les está proporcionando materiales de apoyo, tanto teóricos como prácticos para poder seguir su aprendizaje a través de vídeos explicativos.
El programa de prevención indicada ‘Lazarillo’ continúa el seguimiento y apoyo a los jóvenes (79 personas atendidas) y familias (109) con los que venía trabajando: adolescentes que se habían iniciado en el consumo de algún tipo de drogas, así como atendiendo a las nuevas demandas, a través de llamada telefónica, videollamada o mensajes de Whatsapp. Así mismo, se está dando continuidad a la escuela de familias a través de vídeos con los temas que nos quedaron por trabajar, y la búsqueda de nuevas actividades para los Talleres OH. COM, de prevención del consumo de alcohol.
Desde el Centro de día de salud mental Ranquines, que tuvo que cerrar sus puertas con el inicio del Estado de Alarma, se ha continuado estando cerca de las personas de forma telefónica. Por un lado, se está facilitando el apoyo en necesidades básicas de compras o medicación, pero más allá de esto, se llama a cada persona diariamente para conocer su estado y poder gestionar la ansiedad debido al confinamiento. Hasta el momento se ha acompañado a 44 personas con 780 intervenciones.
El confinamiento lo es aún más cuando debe vivirse en la cárcel y se restringe el contacto con otras personas, las visitas, las actividades… Es el caso de las personas reclusas en Topas. Desde el recurso de intervención en prisión, gran parte del trabajo se dedica a planificar para favorecer la vida de los internos en el momento que se restaure la normalidad, pero también siguen en contacto continuo con la institución penitenciaria porque es necesario dar respuesta a necesidades de internos y sus familias que ahora más que nunca se encuentran aislados por esta situación.
En coordinación con la institución penitenciaria y con otras instituciones desde Cáritas intentan dar respuesta a estas necesidades para que la libertad definitiva y este momento de excepcionalidad no suponga un grave problema.
El trabajo con personas enfermas de VIH-Sida en la Casa de acogida Samuel no ha cesado. Esta casa es el hogar de 13 personas que siguen necesitando cuidados y acompañamiento las 24 horas del día. Además de la rutina diaria, se están llevando a cabo distintas dinámicas individuales y grupales relacionadas con el trabajo de las emociones y los sentimientos que la situación tan difícil que se está viviendo está generando en cada uno ellos.
Durante este periodo, se ha ido percibiendo cómo las personas que viven en ‘Casa Samuel’ y las personas a las que se acompaña en sus hogares, han ido atravesando distintas etapas desde el escepticismo, la preocupación, el miedo e incluso cierto aislamiento hasta la aceptación de la realidad, la resiliencia, el aprendizaje y la esperanza. El proceso está siendo muy diferente en cada persona, algunas viven el confinamiento desde una situación de inmensa soledad hasta otras que lo están viviendo con cierta calma, aceptando la realidad y con esperanza.
Desde el proyecto de Intervención Comunitaria, desde el que se acompaña a personas afectadas por el VIH que viven en sus domicilios, también siguen estando cerca de las personas, algunas de ellas viven solas. Por ello, desde Cáritas en este momento se está realizando un esfuerzo especial por continuar acompañando y manteniendo contacto telefónico semanal con todas ellas, intentando estar cerca en las situaciones de soledad. Durante este periodo se ha acompañado a 17 personas.
Desde Cáritas diocesana de Salamanca indican que “más allá de los datos, hay historias de personas, de familias… Este momento nos impone la necesidad de parar para “reparar”, para pensar qué modelo de sociedad estamos construyendo, en qué tipo de sociedad queremos vivir“. Además, indican que si bien es cierto que “se avecinan días complicados, juntos, lo superaremos”. Desde la entidad consideran que “esta puede ser una oportunidad para despertar la creatividad, para renovar la fraternidad y reconocernos como hermanos. Seguimos estando cerca, cada gesto cuenta”.