17/04/2020
La madrugada del 4 de abril nuestra hermana Raquel marchó a la Casa del Padre, a esa VIDA con mayúsculas que Jesús nos prometió, y que ella ha alcanzado después de, como diría San Pablo, haber combatido bien su combate, de haber corrido hasta la meta, de haber mantenido la fe.
Raquel fue una gran trabajadora, llena de entusiasmo e ilusión por su trabajo docente e investigador en la Universidad de Salamanca y en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León, que dejó una profunda huella en las personas que pasaron por su vida, movida siempre por la vocación a la que el Señor la llamó en su juventud en Puerto Rico: la vocación a la Secularidad Consagrada, que desarrolló y potenció en el Instituto Secular Hermandad de Operarias Evangélicas.
Raquel nació en Ponce, Puerto Rico, y desde muy temprana edad se sintió “llamada a ser apóstol”, como ella misma decía. Conoció a la Hermandad de Operarias Evangélicas cuando estudiaba en la Universidad en Puerto Rico, y le apasionó la posibilidad de ser consagrada en medio del mundo, ejerciendo una profesión seglar, a la que también se sentía vocacionada: la docencia y la investigación. Cuando acabó la carrera de Matemáticas y Química, continuó su formación académica y científica en California y posteriormente en España, país en el completó su formación profesional y en el que desarrolló toda su carrera como profesora e investigadora. De manera paralela, cada día de su vida se fue enraizando con mayor profundidad en el carisma de la Hermandad de Operarias Evangélicas, determinado por la vida fraterna y la atención a los jóvenes, que fueron siempre la prioridad de nuestro fundador, Don Avelino López Rodríguez de Castro. Esta última dimensión de nuestro carisma alimentó siempre la inquietud apostólica de Raquel, impulsándola a salir al encuentro de los jóvenes de manera entusiasta y dinámica, tanto en grupos de oración y formación cristiana, como a nivel individual, cuando sus alumnos se acercaban a su despacho en busca de un consejo o simplemente para hablar de sus problemas e inquietudes.
En estos últimos años, compaginó el acompañamiento a los jóvenes con la difusión del carisma de los Institutos Seculares, trabajando intensamente en distintas comisiones de CEDIS (Conferencia Española de Institutos Seculares), desde donde participó en la creación y promoción de la Cátedra de Iglesia, Secularidad, Consagración de la Universidad Pontificia de Salamanca. Actualmente estaba preparando una ponencia sobre la Consagración Secular en el siglo XXI.
Además, fue requerida como experta por distintas instituciones de la Iglesia para dar charlas de formación sobre procesos de envejecimiento, así como para aportar conocimiento científico a los diálogos de Ciencia y Fe.
Raquel, fuiste un ejemplo de la espiritualidad de síntesis que constituye el fundamento de los Institutos Seculares: ser plenamente seglar y ser plenamente consagrada. Tu testimonio de vida iluminará nuestro camino hasta que nos volvamos a encontrar en el Abrazo Eterno del Padre.
Con todo nuestro cariño y gratitud.
Hermandad de Operarias Evangélicas.
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