17/03/2020
La Diócesis de Salamanca quiere impulsar la iniciativa de la Conferencia Episcopal para que en todos los templos toquen las campanas a las doce del mediodía, en la hora del Ángelus, tanto en la capital como en el medio rural.
El vicario general de la diócesis, Florentino Gutiérrez, pide a los sacerdotes que cumplan en la medida de lo posible esta iniciativa, “de tocar las campanas a las doce del mediodía, como un signo que nos une a toda la Iglesia en España, a todas las parroquias, a todas las comunidades”. Al respecto, cree que es un gesto con el que pedir conjuntamente al Señor, “que se encarnó, que nos ayude en nuestra encarnación que está pasando por un momento difícil!”.
Además, este responsable diocesano insiste en que es muy importante que también en el mundo rural suenen las campanas por este motivo, “siempre que sea posible”. Florentino Gutiérrez tampoco quiere olvidar el hecho de tocar las campanas en la hora del Ángelus: “Todo lo que hagamos para que la gente rece en estos momentos es bueno”, remarca.
Cabe recordar que la ejecutiva de la Conferencia Episcopal inició ayer esta iniciativa de tocar las campanas en todo el territorio español cada día, porque como recordaban en un comunicado: “La Iglesia Católica está llamada a ofrecer sus recursos en favor de los afectados así como la presencia del Señor que salva, animando a todos los cristianos a interceder ante la Madre de Dios, que nos ampara y escucha nuestra oración”.
La invitación es “a orar a quienes permanecen en casa y hacer llegar, a quienes sirven y trabajan, la ayuda del Señor y el agradecimiento de la Iglesia. Por último, recuerdan cada día que de esta forma se muestra el agradecimiento y fraterna solidaridad y orar:
– Por los enfermos contagiados por el virus, por sus familiares, por quienes están en cuarentena y por otros enfermos que ven afectada su atención por la prioridad de atajar la pandemia.
– Por los trabajadores de todos los Centros y Servicios Sanitarios y todos los servicios públicos.
– Por los Equipos de Emergencias, por los de Protección Civil y por las Fuerzas de Seguridad del Estado
– Por los Equipos de Pastoral de la Salud y por los voluntarios.
– Por las personas de riesgo: niños, mayores y enfermos crónicos.
– Por los padres, madres, abuelos y educadores.
– Por los que están viviendo esta situación de emergencia en soledad.
– Por quienes carecen de hogar o de lo imprescindible para vivir.
– Por las diversas autoridades públicas.
– Por los sacerdotes, los Monasterios de vida contemplativa y la vida consagrada, que con su oración y entrega siguen dando esperanza a todos los ciudadanos.
Y proponen que, como conclusión del Ángelus, digamos juntos estos días y a esa hora la oración del Papa Francisco:
“Oh María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén.