ACTUALIDAD DIOCESANA

05/03/2020

Un espacio en cada iglesia para la Palabra de Dios

El vicario de pastoral invita a entronizar e iluminar el Evangelio en un lugar específico de cada templo, tras la iniciativa del Papa Francisco del “Domingo de la Palabra

En su carta apostólica en forma de motu proprio, ‘Aperuit Illis’, el Papa Francisco instituyó el Domingo de la Palabra de Dios, que se celebró el pasado 26 de enero. Dentro de ese documento, el Santo Padre recuerda que el día dedicado a la Biblia no ha de ser “una vez al año”, sino una vez para todo el año, “porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resucitado, que no cesa de partir la Palabra y el Pan en la comunidad de los creyentes”.

Por ese motivo, el Papa Francisco apunta a que para esto se necesita entablar “un constante trato de familiaridad con la Sagrada Escritura, si no el corazón queda frío y los ojos permanecen cerrados, afectados como estamos por innumerables formas de ceguera”.

A raíz de este mensaje, el vicario de Pastoral de la Diócesis de Salamanca, Policarpo Díaz, anima a las parroquias a seguir las indicaciones del Santo Padre, “y colocar en ellas un pequeño espacio, sencillo, bonito, distinguido, donde podamos poner una vela y la Palabra, para que el pueblo de Dios pueda descubrir que en ella está presente el mismo Cristo que nos habla”. Y asegura que, de esta forma, “nos invita a abrir los oídos y escucharle”.

Frase de San Agustín

En la iglesia de San Julián, desde hace unos años ya está reservado un espacio de la misma como altar de la Palabra, “donde está iluminada con una vela”, y a modo de anuncio, en un cartel se puede leer una frase de San Agustín: “No vale menos la Palabra de Dios que el Cuerpo de Cristo”, y que como concluye el vicario de Pastoral, “es la invitación que nos hace el Papa Francisco para poner la Palabra de Dios en el centro de la Iglesia”.

Los cuatro templos de la Unidad Pastoral Centro-Histórico ya tienen el espacio para la Palabra, junto a una vela, para poder sumar la luz, “igual que es costumbre tener el Cuerpo del Señor iluminado, para la veneración, el culto y la adoración”.

En este sentido, Díaz recuerda las palabras de Benedicto XVI en la exhortación postsinodal, “Verbum Domini”, dirigido al episcopado, al clero, a las personas consagradas y a los laicos, sobre la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia: “Sin el reconocimiento de la presencia real del Señor en la Eucaristía, la comprensión de la Escritura queda incompleta» (VD 55)”. En ese sentido, insiste el vicario de Pastoral con el texto de “Verbum Domini”: “Por eso, la Iglesia honra con una misma veneración, aunque no con el mismo culto, la Palabra de Dios y el misterio eucarístico”.

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