28/02/2020
Salamanca y Toledo son las únicas ciudades de España que han conservado desde sus inicios el rito Hispano-Mozárabe. Como precisa el delegado de Liturgia de la Diócesis de Salamanca, Emilio Vicente de Paz , “con la evangelización de la Península Ibérica se establece este rito, porque en cada lugar se fijaron unas costumbres y una forma de celebrar, y es en la época visigoda cuando florece ese rito”. Pero llega un momento, en el siglo XI, en el que desde Roma quieren unificar la liturgia en torno al rito romano, y el Hispano-Mozárabe es abolido en toda la Península excepto en Toledo, donde se concede conservarlo a las comunidades cristianas mozárabes que habían perseverado en la fe en medio de la dominación musulmana.
Además, en la Catedral de Salamanca, en el siglo XVI se establece una fundación en la capilla de El Salvador, también llamada “de Talavera”, y posteriormente “Mozárabe”, donde se llegaron a celebrar hasta 56 misas al año por el rito Hispano-Mozárabe. Como detalla este sacerdote, la fundación contaba con 11 capellanes que celebran el rito en sus inicios, “y existe una lápida donde se indica qué días del año”. Pero el número de misas y de capellanes se fue reduciendo al paso de los años. El delegado de Liturgia también recuerda otro relato de la historia al respecto, cuando en el siglo XVIII, una benefactora quiere dar realce a este rito y patrocina la publicación por el Cabildo de un libro de rúbricas mozárabes, único en su género. En el siglo XIX todavía se celebran seis al año.
En la actualidad, y desde hace unos años, la misa con el rito Hispano-Mozárabe se celebra dos veces, en concreto, el primer domingo de Adviento, y el primero de Cuaresma. En tiempos de Braulio Rodríguez como obispo de la Diócesis de Salamanca se celebraba durante más días, y los textos estaban traducidos del latín, “pero ahora es casi todo en la lengua original”, subraya Emilio Vicente.
El sacerdote José Calvo preside cada una de las misas con este rito, con la ayuda de los acólitos y otros sacerdotes, como Daniel Sánchez, responsable de cantar el Evangelio y algunas de las oraciones. Este domingo, 1 de marzo, la misa tendrá lugar a las 12:00 horas en la Catedral Vieja.
El delegado de Liturgia enumera algunas diferencias entre el rito romano y el Hispano-Mozárabe, con la idea de acercar y entender esta tradición. Por ejemplo, el acto penitencial no se realiza, y al enunciado de las lecturas el pueblo aclamando “Demos gracias a Dios”. Sin embargo, al terminar la lectura, el lector no aclama el habitual “Palabra de Dios” del rito romano.
Otra diferencia es el lugar del Aleluya, que en lugar de entonarlo antes del Evangelio, se realiza después de la homilía, y el Credo, que es diferente en ambos ritos, “se realiza antes de la Comunión”. Asimismo, la oración de los fieles, en el Hispano-Mozárabe, “está muy desarrollada”, y el rito de la Paz tiene lugar antes de la plegaria eucarística.
En cuanto a la fracción del pan, en el rito Hispano-Mozárabe se divide en un total de nueve partes, y al colocarlas en forma de Cruz en la patena, “se van pronunciando los nombres de los misterios salvadores de Cristo: encarnación, nacimiento, circuncisión, aparición, pasión, muerte, resurrección, gloria y reino”. Además, hay que tener en cuenta que durante el rezo del Padrenuestro, no lo dicen todos, como en el rito romano, sino que lo hace el sacerdote y el pueblo responde “Amén” ocho veces.
Por último, cabe destacar que la Comunión siempre se hace bajo las dos especies (el pan y el vino), y que la bendición final se anticipa a antes de recibir la Comunión.
El Cristo de las Batallas se trasladará nuevamente de la Catedral Nueva a la iglesia vieja para presidir en el altar la Misa. Los fieles pueden seguir las diferentes partes de la liturgia a través de un pequeño libreto, en latín y español, que fue editado por el Cabildo Catedral a principios de los años noventa.
Tras la aprobación de los Estatutos de la “Congregatio Pro Ritu Hispano-Mozarabico“, el 25 de julio de 2019, desde la Conferencia Episcopal Española, se ha constituido una “congregación” para el rito, formada por cinco obispos, entre ellos el de Salamanca, Carlos López, y asistida por diez consultores. Entre estos últimos, se encuentran dos sacerdotes salmantinos, el canónigo de Liturgia de la Catedral de Salamanca, Jesús Terradillos García, y el delegado de Liturgia de la Diócesis de Salamanca, Emilio Vicente de Paz.