12/02/2020
El Nuncio Apostólico en España, Monseñor Bernardito Cleopas Auza, junto con el consejero de la Nunciatura Apostólica, Monseñor Daniele Liessi, visitaron el pasado 12 de febrero la Catedral de Salamanca acompañados por el obispo de Salamanca, Mons. Carlos López, el deán del Cabildo Catedral, Florentino Gutiérrez, y de los canónigos Antonio Matilla, José Luis Sánchez Moyano y Jesús Terradillos.
La visita del Nuncio tuvo lugar tras su intervención en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde pronunció una conferencia titulada ‘La Santa Sede y las relaciones internacionales’, con ocasión de las fiestas de la Facultad de Derecho Canónico en honor a San Raimundo de Peñafort.
En la conferencia ha explicado el ejercicio diplomático que realiza la Santa Sede en los ámbitos bilaterales (de relaciones diplomáticas con 183 países) y multilaterales (relaciones diplomáticas con todas las organizaciones internacionales). El nuncio papal ha destacado el papel eclesial del Nuncio Apostólico consistente en: “Hacer efectivos los lazos de unidad que existen entre el Papa y la Iglesia a lo largo del mundo”, así como el papel diplomático del representante del Santo Padre, cuya función es “promover y fomentar las relaciones con las autoridades del Estado y encauzar las relaciones entre la Iglesia y los Estados”.
El Nuncio ha destacado, gracias a su experiencia, la organización de Naciones Unidas como el mejor foro a disposición de la comunidad internacional, “a pesar de sus defectos y fracasos” y en donde la posición de la Santa Sede, como Observador Permanente, encaja con los principios básicos de la organización internacional. “La prevención de la guerra y promoción de la paz; la protección y promoción de los derechos y dignidad humana; el desarrollo humano, y la ayuda a las naciones para que mantengan su palabra y los tratados internacionales son los pilares básicos del Magisterio social de la Iglesia”, insiste.
Monseñor Auza ha concluido su intervención destacando las prioridades del Papa Francisco en su esfuerzo diplomático centrado en el encuentro y el diálogo. “Se refiere a la cultura del encuentro para la solidaridad y la caridad. Y a una diplomacia de diálogo para resolver conflictos, promover la unidad y combatir la exclusión”, apunta. “Es una diplomacia que privilegia el mayor respeto a los países más débiles, pondera la fuerza de la ley frente a la ley de la fuerza, e incentiva las relaciones cordiales y honestas entre las naciones frente a las sombrías sospechas recíprocas”, concluye.
Dicho acto académico estuvo precedido de una eucaristía en la capilla de la UPSA, presidida por el Nuncio Apostólico y concelebrada por el obispo de Salamanca y el administrador apostólico de Ciudad Rodrigo, Mons. Jesús García Burillo.
Se trata de la primera visita a Salamanca capital de Mons. Auza tras su incorporación a la Nunciatura Apostólica en España el pasado 1 de octubre de 2019. En la Catedral, el Nuncio visitó cada una de las estancias de la iglesia nueva y de la vieja, “y estuvo muy atento e interesado en las explicaciones tanto de don Carlos como de Jesús, acerca de lo más importante de la Catedral”, afirma el deán, Florentino Guitérrez, quien califica a Mons. Auza como un hombre “con una gran personalidad y con gran trascendencia humana. Sencillo, amable y cerano, de tal manera que es muy fácil ponerse en relación con él”.
De su visita a la Catedral, Gutiérrez destaca el momento en el que el Nuncio visitó el coro, situándose “en medio del coro con la luz nueva que se ha puesto viendo cada uno de los asientos con sus personales”; así como la visita a la capilla dorada, “con la multitud de imágenes preciosas”.
Otro momento singular fue “cuando trató de ver la cúpula de la Catedral Nueva a través del espejo. Y durante la firma en el Libro de Honor de la Catedral”, señala que el Nuncio, “se quedó concentrado y con pulso firme”, donde escribió: “¡Que Dios sea siempre con nosotros!”, junto con su rúbrica: “Bernardito Auza, Nuncio apostólico en España, el 12 de febrero de 2020”. Por último, el deán manifiesta que también le vio “muy gozoso” en el presbiterio de la Catedral Vieja, contemplando el retablo y la imagen de la Virgen.
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