04/02/2020
En las dependencias de la Catedral se conservan cerca de 70 moldes de terracota de las esculturas que se restauraron a finales del XVIII y principios del XIX en la fachada del Nacimiento, en la parte occidental de la Catedral Nueva. Son piezas únicas, preservadas en el ‘mercal’ (molde de madera donde se colocaba la arcilla para modelar), y donde se esculpieron diferentes iconografías que se pueden apreciar en dicha portada del templo.
De ellas, destacan los animales reales y los fantásticos, así como los motivos vegetales. Una vez creados en barro, que después era cocido, se pasaba a esculpirlo en la piedra de Villamayor. El canónigo de la Catedral, Jesús Terradillos, señala que la restauración de estos elementos se debía “al deterioro de la piedra por el agua, y por ese motivo se hizo el encargo de crear estos modelos”.
Cada pieza tiene el sello de su autor, el escultor y restaurador, Fernando Tarragó, con la inicial del nombre y su apellido. Asimismo, en algunos moldes está escrito su ubicación exacta de la fachada. Este responsable asegura que, para ser moldes, “tiene una gran calidad y finura, con calados de gran profundidad”.
En el ‘mercal’ de madera que protege cada molde se pueden apreciar partes de las páginas que están pegadas sobre el mismo, de una publicación de la época en la que se produjo la restauración, del Boletín Oficial de Salamanca, de 1892. “Además de la fachada del Nacimiento, contamos con moldes de otras zonas de la Catedral, además de arcilla, de escayola, como un modelo de Santa Teresa”, detalla Terradillos.
La mayoría de los moldes pertenecen a la decoración de las jambas y arquivoltas, pero también hay ménsulas, capiteles y basas. Todas ellas se conservan en perfecto estado y la idea de los responsables de la Catedral, “es poder exponerlas”.
(Puedes leer el reportaje completo en la edición impresa de Comunidad, la revista oficial de la Diócesis de Salamanca). ¿Quieres suscribirte? lo puedes hacer en este enlace
ACTUALIDAD DIOCESANA